VIGO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) –
El área sanitaria de Vigo, cuya directora asistencial es la doctora Susana Cerqueiro y a la que pertenece el Hospital Álvaro Cunqueiro, ha salido en defensa de su actuación ante el caso de la mujer que falleció por una enfermedad y que previamente también se infectó de Covid y que, según denunció su hijo, solo pudo recibir la visita de la familia cuando ya no estaba consciente.
El Sergas, que ha expresado sus condolencias, respeto y empatía a los familiares, ha señalado que "por razones de seguridad", el protocolo interno de los centros hospitalarios restringe el acceso de visitas a los pacientes ingresados en las unidades de hospitalización de Covid, salvo excepciones como en el caso de menores de edad o pacientes en situaciones de dependencia o fase terminal. Cada situación se valora de forma individualizada por parte de los profesionales.
En el caso de infección de Covid, los pacientes se aíslan en una habitación individual y se permite el acceso de los familiares de forma continuada, sin ningún tipo de límite de horario, manteniendo las debidas medidas de protección.
Denuncia de la familia
En cuanto a la denuncia concreta realizada por Manuel Iglesias, y que este viernes ha recogido el BNG pidiendo una revisión con expertos de los protocolos, el área de Vigo señala que la paciente, además de sus patologías previas, se había infectado de covid, por lo que se ingresó en la planta reservada para esta infección, en las "condiciones habituales".
Según defiende, la familia fue "informada diariamente" de la situación de la paciente y de las circunstancias de su hospitalización. A los pocos días de su ingreso, ante el agravamiento de su estado de salud, los facultativos indicaron su traslado a una habitación individual para "propiciar el acompañamiento familiar, de forma que la familia pudo permanecer a su lado, en todo momento, durante los últimos cuatro días" de su vida.
Así, concluye que "los profesionales cumplieron en todo momento con el protocolo de seguridad del centro". El hijo de Rosario denunció que solo les dejaron entrar cuando ya estaba inconsciente y pidió que se revisen los protocolos, ahora que hay más de un 90 por ciento de la población vacunada, para que no les ocurra lo mismo a otras familias.