La estación de Vigo-Guixar cumplía diez años el pasado sábado en su momento más triste. La terminal viguesa, que nunca ha logrado sacudirse la etiqueta de "provisional", abría sus puertas el 27 de agosto de 2011 mientras Urzaiz comenzaba una transformación que a día de hoy no ha finalizado por completo.
El viejo trazado ferroviario que partía Chapela, Teis y el centro de Vigo en dos no era adecuado para la llegada de la Alta Velocidad a la ciudad, anunciada para 2009, 2011, 2013…y sumando. Por ello, se decidió construir dos macrotúneles bajo el monte de A Madroa que llegaran a la estación del barrio de Casablanca a 15 metros de su cota original.
El problema es que esa rebaja era incompatible con la actividad diaria y por ello se invirtieron 11,6 millones de euros en la construcción de la nueva terminal de Guixar. Un edificio de apenas 62×14 metros -con cafeteria, quiosco y oficinas en dos plantas- reemplazaba a una antigua nave ferroviaria ya en desuso. Además, se mejorarían las vías en todo el entorno hasta Vulcano, aumentando sus prestaciones como base de mercancías.
Su diseño, muy similar al del MUSAC de León, puso la nota de color en el lavado de cara que vivió todo el barrio a comienzos de la década pasada. Los parques de cemento y tierra, verjas y naves abandonadas dieron paso a un parque con circuito de running, skates, máquinas de ejercicio y nuevas líneas de autobús.
En sus primeros cuatro meses de actividad perdió 7.000 viajeros mensuales achacados a la galopante crisis económica. Un año después, solamente las conexiones con la Meseta mejoraban sus cifras debido a los nuevos Alvia que aprovechaban las líneas de Alta Velocidad.
La estación no comenzaría a remontar sus cifras de viajeros hasta el 2014, cuando superarían el millón de usuarios por primera vez. La inauguración de la nueva estación en marzo de 2015 hacía que en 9 meses los servicios "rápidos" del Eje Atlántico se quedaran a solamente 200.000 usuarios, invirtiéndose los papeles en 2016.
Vigo comenzaba a sufrir una bicefalia en sus estaciones a la que solamente los expertos en el tema podían sobrevivir fácilmente. Mientras la estación de Thom Mayne duplicaba sus viajeros en cuatro años, la "provisional" parecía un decorado de un tiempo pasado con trenes antiguos y recorridos interminables.
Curiosamente, a día de hoy es la única estación de un tamaño relevante en Galicia que permite caminar hasta los trenes sin billetes. Y es que la seguridad y la eficiencia no han dejado hueco a las despedidas desde el andén.
Tocado y hundido tras la pandemia
Si el empuje de la renovada estación de Urzaiz ya hacía peligrar su futuro, la pandemia y todas las decisiones tomadas por Renfe desde entonces la ha dejado en la UCI.
Además de 12 regionales suprimidos hacia Coruña y Santiago, algunos claves por su horario a primera hora de la mañana, la Larga Distancia se ha visto también estrangulada. La desaparición de los Trenhotel nocturnos hacia Madrid y Barcelona, de los que no hay aviso sobre su regreso, sumaba en junio la marcha de uno de los Alvia a Madrid, que pasaría a usar el by-pass del Conxo.
La última puñalada a una estación que al menos recuperaba el Tren Celta hacia Oporto el pasado mes de abril llegaba este agosto. El servicio que conectaba Vigo con Monforte y Ponferrada desaparecía, dejando también en el olvido a las estaciones de la vieja línea del Miño.
Cercanías y Metro Ligero: un futuro en vía muerta
La centralización del transporte interurbano de la ciudad en el Vialia y la posible salida Sur de la ciudad dejan aún más incógnitas sobre su futuro. ¿Tiene sentido mantener una terminal así a apenas 600 metros de la mayor estación del noroeste peninsular?
A su favor juega que los trenes Regionales del Eje Atlántico no pueden llegar a Urzaiz por su tracción diésel, necesaria para recorrer los tramos sin electrificar pero incompatible por razones de seguridad con los túneles de 8 kilómetros de As Maceiras que sirven de acceso a su hermana "mayor".
Si se creara el demandado núcleo de Cercanías en Galicia -la mayor comunidad sin este tipo de servicios y con dos grandes áreas metropolitanas- su situación parece idónea para una línea hacia Pontevedra y cuyas frecuencias no superaran la hora. Además de dar servicio a las paradas ya existentes en Redondela, Arcade o Pontevedra, permitiría la creación de nuevos apeaderos que maximizaran su capilaridad. En resumen: una alternativa al vehículo privado con vistas privilegiadas de las rías y capaz de llegar allá donde la bici o los senderos verdes se acercan más a la competición deportiva que a la movilidad.
Pero la playa de vías existente en Guixar se extiende unos 700 metros hacia el Puerto de Vigo, llegando a su tope a escasos metros de La Paellera y el Túnel de Beiramar. Es por ello que muchas veces se ha especulado con un tranvía o metro ligero que recorriera todo el frente marítimo de la ciudad, aprovechando los raíles que ya atravesaban la Plaza de la Estrella, As Avenidas y el A Laxe hasta comienzos de este siglo.
Sin embargo, esta idea parece incompatible con los planes de la Autoridad Portuaria, quien ha apostado por el carril bici como elemento vertebrador de todo este recorrido hacia Beiramar y Bouzas. Una postura que tampoco comparte el Concello, quien prefiere un nuevo túnel bajo esta Avenida que permita su humanización.