La Guardia Civil de Tráfico "cazó" el pasado 30 de enero a un vehículo que conducía a 159 kilómetros por hora por la carretera N-550, en el término municipal de Barro (Pontevedra), donde la velocidad máxima permitida son los 70 kilómetros por hora. Fue detectado por un radar cuando pasaba por el punto kilométrico 104,100.
El conductor era un hombre de 46 años vecino de A Estrada. Los agentes abrieron una investigación por un presunto delito contra la seguridad vial al exceder en más de 80 kilómetros por hora el límite de la vía interurbana.
De ser considerado culpable por la Autoridad Judicial, puede enfrentarse a pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En todo caso, lleva aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.