El Centro de Investigación en Nanomaterias y Biomedicina (Cinbio) de la Universidad de Vigo es una de las nueve entidades seleccionadas para participar en el consorcio europeo Adaptation, financiado con 3,6 millones de euros de ayudas Pathfinder de la Unión Europea y que tiene como principal objetivo la creación de los nuevos dispositivos que marcarán el futuro de la energía solar. Lo harán inspirándose en los procesos naturales de gestión energética más eficientes de la tierra: la fotosíntesis y el enfriamiento radiativo terrestre.
El proyecto se inició este mes de abril y en él la participación viguesa llega de la mano Grupo de NanoBioMateriales Funcionales, FunNanoBio, dirigido por la catedrática Isabel Pastoriza Santos, quien explica que su grupo de investigación ofrecerá a este proyecto toda su experiencia en Química Coloidal y Materiales.
"Nuestra principal labor va a consistir en desarrollar partículas basadas en pigmentos y colorantes capaces de captar energía solar y con capacidad de refrigeración, que después serán empleados para fabricar los dispositivos sostenibles que generen electricidad y regulen su temperatura", destaca la docente de la Facultad de Química, que cuenta con una larga trayectoria investigadora en el campo del diseño y aplicación de materiales nanoestructurados de más de 20 años, realizando aportaciones relevantes en la síntesis de nanopartículas de oro y plata mediante la Química Coloidal.
Apto para todo tipo de superficies y adaptable a toda Europa
Coordinado por la Universidad del Minho y con socios de cinco países (Portugal, España, Francia, Austria y Países Bajos), Adaptation contribuirá a lograr una economía limpia y resiliente frente al cambio climático produciendo el primer material captador de luz apto para todo tipo de superficies y adaptable a todas las zonas geográficas de Europa.
Por delante quedan cuatro años de trabajo en los que la idea es llegar a crear una serie de dispositivos que absorban la energía solar para convertirla en electricidad al tiempo que sean capaces de enfriarse a sí mismos, evitando pérdidas de energía. Para conseguirlo se trabajará a nivel molecular de la misma manera que se organiza el tejido fotosintético natural de cara a generar esos nuevos materiales que serán la base de los nuevos dispositivos.
Esos futuros aparatos estarán formados por varias estructuras nanométricas y tendrán las propiedades necesarias de absorción y transporte de energía, así como de control térmico.