Amadeo Llados representa en redes sociales casi todo lo que rechazo, sin embargo, en el cara a cara y manteniendo una conversación profunda, representa casi todo lo que admiro. Reconozco que es una persona con la que he convivido en el universo del no; una persona que admito haber prejuzgado. Alguien a quien he fabricado con lo que veía en redes sociales en vez de conocerla.
Por su forma de comunicar en redes sociales fui incorporándole etiquetas. Admito que caí en el error de dejarme sesgar por la opinión mediática y la representación de un personaje que pretende generar atracción de atención en redes sociales.
Sus stories en IG y su estilo de vida están en las diásporas de mi forma de entender la vida. Cuando recibí la noticia de que compartiría escenario con él en un Festival de Negocios decidí conocerlo más. Le escuche atentamente en varios podcast como "tengo un plan" y cuando llevaba 10 minutos hablando pensé: "F*ck, este tío dice cosas interesantes".
Tras la polémica de esta semana con los "burpees a 1000 euros" he querido aprovechar para conocerlo un poco mejor y me ha dejado perplejo. El choque ha sido duro. Es mi entrevista número 30 y he traído aquí a personas con una profundidad espiritual y profesional tremenda y Amadeo se ha colado sin duda entre las entrevistas más impactantes que he realizado. Comenzamos una entrevista controvertida, auténtica y crítica. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Pregunta: Has sido más feliz durmiendo en el suelo que en el mejor colchón de tu mansión. ¿El dinero no da la felicidad?
Respuesta: Efectivamente. Más que felicidad yo lo llamo agradecimiento. Cuando vives en agradecimiento es cuando eres feliz. Ese es mi objetivo, ser agradecido. Cuando no tenía nada y cenaba en el Mcdonalds era feliz y me sentía agradecido. Cuantas más cosas materiales generas es mucho más difícil ser agradecido porque a veces se pierde el norte y el sentido del agradecimiento. Me ha sido más fácil ser agradecido siendo pobre que siendo rico. Una persona que genera mucha riqueza tiene que también hacer mucho para sentirse agradecido.
Yo me siento bien porque veo el impacto que hago. En cada esquina me paran para darme las gracias y eso es felicidad. Es lo que me mueve. Entonces es posible sentirse bien con dinero, por supuesto, pero también es más difícil.
Muchos piensan que el dinero te cambia mucho pero a partir de 50.000 euros al mes ya no vas a generar grandes cambios porque ya puedes hacer todo lo que te apetezca cuando quieras. La diferencia es que te comprarás relojes un poco más caros pero no hay grandes diferencias en el día a día.
Estoy en un punto en el que pienso para qué tengo 11 coches si ni siquiera los uso.
P: Oye Llados, la gente dirá que si el dinero no importa tanto, entonces, ¿por qué acumulas y alardeas de cosas materiales? ¿Qué sientes cuando te critican por esto?
R.: Yo no siento nada. No me puedo ofender cuando estoy orgulloso de todo. Puedo comprender que se sientan atacados por compartir algo que no está a su alcance pero yo sé todo lo que doy, todo lo que he trabajado y que merezco todo lo que tengo. Es una recompensa a mi trabajo pero sobre todo es una fe en mí. Si me quedo sin nada yo puedo volver a crear esto.
Siempre me pongo incómodo, no acumulo nada de dinero. Todo lo gasto. Esa es la importancia que le doy al dinero. Ninguna. Si amase el dinero lo acumularía, pero no es así.
P.: Un invitado a mi sección que recientemente ha sido Premio Princesa de Girona me contestó a una pregunta sobre el dinero que "trabajar únicamente por dinero es la mayor pobreza espiritual que existe". ¿Qué te parece esta frase?
R.: Tiene toda la razón bro. Trabajar por dinero es morir en vida. Si tu no trabajas por un propósito estás perdiéndote la vida. El dinero es algo vacío, es algo externo, es algo que no es real.
P.: ¿Qué es el dinero para ti?
Es lo que la gente guarda sin que nadie le garantice que valdrá algo. Mi objetivo no es crear ni mucho menos almacenar dinero, mi objetivo es crear relaciones que sí tendrán valor en el futuro. Yo no soy transaccional si no que soy relacional. Si el sistema monetario se va a la mierda quedan las relaciones con las personas, eso es lo que quiero almacenar.
Yo no invierto en casas, ni en cripto, ni en grandes empresas. Yo invierto en lo que crea eso, es decir, en las personas. Yo voy a la raíz de todo.
P.: Hablas mucho de la filosofía griega y te consideras estoico dominando los placeres. Platón nos hablaba de 4 virtudes cardinales: templanza , justicia , fortaleza y prudencia. ¿Existe una crisis de virtudes? Y por otro lado, ¿qué virtud te costó más alcanzar y qué vicio te costó más abandonar?
R.: La gente es débil. Las personas se ofenden por nada y para proteger las emociones de la gente todo es políticamente correcto. Al sistema esto le interesa porque cuanto más débil es la gente más fácil es de controlar. Sin embargo, todo esto es un ciclo.
Los tiempos difíciles crean hombres fuertes. Después, los hombres fuertes crean tiempos fáciles, y los tiempos fáciles, crean hombres débiles. Ahora estamos empezando a crear la estructura para crear hombres y mujeres fuertes.
Estamos en una época en la que la gente es poco virtuosa, se dejan llevar por los placeres y la recompensa inmediata. Tienes que decir no a los placeres inmediatos. Tú analizas cualquier placer inmediato: un grito, masturbarse, un porro, comer chocolate y después de hacerlo te sientes mal.
Adán y Eva empezaron ese ciclo de hacer algo mal porque querían la maldita tentación, se sintieron culpables y lo volvieron hacer. Vivimos en ese ciclo de envolvernos en tentaciones y después culparnos.
La gente, por ejemplo, entra en IG y el 95% de lo que ve es mierda y deberían arrepentirse de usar tanto tiempo el móvil.
P.: Hubo una época en la que sí te dejaste tentar por el placer inmediato y por los vicios. ¿Qué te costó más dejar? ¿Cómo fue la transición al nuevo Llados?
R.: Fue un cambio rápido y fácil. Es una decisión. Simplemente eso. La gente complejiza todo, por ejemplo, dejar de fumar, dejar las drogas, dejar el porno. ¿Por qué le cuesta a la gente? Es tan sólo una decisión.
Construir el hombre o mujer capaz de cumplir su palabra es algo que lleva más tiempo, lamentablemente. Y en el caso de los vicios es importante que se construya un entorno que cumpla su palabra de dejarlo.
P.: Entonces, ¿lo dejaste todo de la noche a la mañana?
R.: Bro, siempre he sido muy drástico. De repente dije que no estaba disfrutando: la cocaina, las fiestas, el alcohol, los striptease club eran felicidad de cartón. Dentro de mí no estaba disfrutando porque me di cuenta de que eso estaba destrozando mi vida: mi negocio, mis relaciones con mi pareja, mi familia.
Sientes esa peligrosa felicidad efímera y falsa que te destruye aunque tengas una sonrisa pintada.
Es un tema de elevar nuestra conciencia. Nadie en su sano juicio hace algo para autodestruirse. Cuando te das cuenta, dejas todo. No recuerdo la última vez que probé alcohol o salí de fiesta.
P.: Viviste un viaje de cambio con final feliz y aprendiste varias cosas que quieres compartir con el mundo. ¿Tu método le sirve a cualquier persona o tienes un público definido en el que tu método encaja mejor?
R.: Yo tengo un acercamiento totalmente distinto al de cualquier empresario que identifica un nicho de mercado y lo atacan. En mi caso el nicho soy yo. Y yo he pasado por tantas movidas en mi vida que mi nicho son muchas cosas.
Me he llegado a cuestionar mi existencia, mi vida. Sé lo que es que nada tenga sentido. Sé lo que es vivir sin propósito. Conozco ese sufrimiento.
Al final es más fácil ayudar a gente que ha estado en mi situación. He sacado a gente de las drogas, seguramente no exista ningún centro de rehabilitación que haya sacado a tanta gente de las drogas.
P.: En un podcast, Jose Elías llegó a decir que deberían subvencionar tu labor contra la drogadicción.
R.: Pero yo no quiero que nadie haga nada por mí. Me gusta poner mis medios para ayudar. Darle sentido a la vida de las personas es uno de mis propósitos y sé hacerlo. Sé dar propósito a la vida de cualquier hombre o mujer y eso es básicamente crear la persona que admiras y respetas.
Ese es el propósito de cualquier persona. Todos los que estéis leyendo esto han venido a este mundo con un gran propósito, varios dones y tienen el deber de aprovecharlos.
Todos tenemos un potencial masivo dentro de nosotros pero no lo vemos. La mejor manera de encontrarlo es mejorando. Nos encontramos cuando tenemos buenos hábitos, cuando nos alejamos de los vicios, cuando cuidamos nuestro cuerpo. Así es como nos conocemos y llegará un momento que nos conoceremos lo suficiente como para entender nuestros propósitos.
P.: ¿Te duele cuando recibes insultos por redes sociales o cuando los medios de comunicación insinúan que eres un estafador?
R.: Una persona se avergüenza cuando tiene algo de lo que avergonzarse pero yo estoy super orgulloso de quién soy. Orgulloso de los hábitos que tengo, de lo que hago por el mundo, de mi disciplina, del dinero que genero, de mi impacto.
Yo lo entiendo. Dios ha creado el mundo perfecto y esto tiene que existir.
P.: ¿Qué tiene que existir?
R.: La oscuridad. Sin la oscuridad no existiría la luz. No pretendo que el mundo entero sea luz. Así que no me ofende ni quiero cambiarlo. Tiene que haber gente en la oscuridad para que haya más gente en la luz.
El problema es que la gente quiere cambiar el mundo según sus preferencias y eso no es amor. El amor es incondicional. Si me sigues desde hace tiempo verás que nunca he actuado con ira o furia contra quién me ataca o me difama. No es mi mensaje. Solo quiero transmitir amor.
P.: Puedo asegurar que me transmites una templanza inquebrantable. Esta semana todos los medios de comunicación hablaron de que tus seguidores pagaron 1.000 euros por hacer burpees contigo. ¿Te fastidió?
R.: No me fastidió porque no es la verdad. Si a ti te dicen que tu mujer te está siendo infiel, ¿te lo crees? Seguramente no; pues yo siento lo mismo. Si me ofendiese significaría que necesito una validación externa y no la necesito. Tenemos que dominar nuestra mente y nuestras reacciones.
Lo veo hasta como algo positivo, como todo. Han hablado de mí otra vez en todos los medios de comunicación. ¿Cuánto me habría costado eso? Me han regalado publicidad. La gente ya sabe que lo que dice la tv y la prensa hay que mirarlo con lupa y cuando me conocen su percepción sobre mí cambia.
A veces siento, bro, que debería pagarle a la TV por hablar mal de mí.
P.: ¿Alguna vez algún alumno te ha dicho que le has salvado la vida?
R.: Todos los días recibo esos mensajes. Alumnos y personas que no son alumnos porque gran parte de mi mensaje es totalmente accesible y gratuito. Son miles quienes me dicen eso y esa es mi gasolina para seguir.
P.: ¿Son especialmente gente joven o hay de todas las edades?
R.: La gente y los medios se inventan que mi público es joven. Los chavales no pueden pagar mis mentorías. En mi sala VIP hay varios empresarios conocidos que facturan muchos millones de dólares que también han compartido conmigo sus problemas de adicciones. Les he sacado de un agujero negro.
P.: ¿A esta gente multimillonaria les cobras más por las mentorías o lo mismo?
R.: Lo mismo. Mi sala VIP son 3.000 euros al mes; 20.000 al año; 12.500 euros por 6 meses y 7.500 euros por tres meses. Después tengo la black room, es una sala que no se la ofrezco a todo el mundo.
Después tengo la sala de tu primer millón, son 100 euros al mes donde las personas aprenden a crear un negocio en internet y de marca personal.
La sala de afiliados donde le enseño a la gente a hacer marketing de afiliados es para personas con menos recursos y cuesta 50 euros al mes.
P.: ¿Cuál es el mensaje más importante con el que quieres que se queden tus alumnos?
R.: El primer mensaje que quiero entregar, sean personas de un gran poder adquisitivo o de bajos recursos, es siempre el mismo: el dinero nunca puede ser el foco.
P.: Hay alumnos que se quedarán en shock. Muchos se meterán por el dinero y el primer mensaje que les mandas es que el dinero es lo menos importante.
R.: Muchos alumnos entran por dinero y se puede ver en los testimonios de mis alumnos que yo les digo que no persigan el dinero. El dinero vendrá a ti cuando seas una persona de valor y lo atraigas, no cuando lo persigas.
P.: ¿Te critican alguna vez que te gastes el dinero en coches de lujo y no en que lo dones a causas benéficas?
R.: Yo escucho lo que me dice mi conciencia. De momento estoy haciendo lo correcto. Lo importante no es dar dinero, es enseñarles a hacer dinero.
El que me critica precisamente por no donar todo mi dinero es justamente el que no hace absolutamente nada. Yo me entrego 24/7. No puedo dar más de mí. Llados murió hace mucho, no puedo dar más, lo doy todo.