Carla Reyes Uschinsky lleva en Galicia algo más de 25 años, aunque nació en Santiago de Chile. Comenzó sus estudios de Literatura en su país natal, pero descubrió su verdadera vocación periodística estudiando Periodismo y Comunicación Audiovisual en Bruselas. "Siempre me he dedicado a la comunicación y he tocado muchos palos", dice.
Su carrera profesional en Galicia, de hecho, empezó como gerente del Clúster Audiovisual, para más tarde dedicarse a la producción y dirección de informativos, entre otros. "Fue en 2013 cuando surgió la oportunidad de presidir Executivas, la anterior presidenta se retiraba y yo decidí presentar mi candidatura. Se alinearon los astros para que yo pudiese dedicarme por completo al proyecto, que me parecía muy interesante".
Considerada una referente por las empresarias de Galicia, Carla Reyes nunca ha dejado de trabajar por la consecución de una igualdad efectiva a nivel personal y profesional. Por ello recibe este año, por segunda vez, una nominación al Top 100 de Mujeres Líderes en España, que ella considera una "ventana de proyección de las profesionales femeninas del país".
La nominación es, además de un halago y un reconocimiento para cualquiera de las seleccionadas, "una parte fundamental de la visibilización de la mujer en la sociedad: cuantos más referentes haya para las mujeres del futuro, más cerca estaremos de la igualdad".
Executivas de Galicia
Carla llegó a España "en el 92 o el 93, hace algo más de 25 años" y siente que esta es su tierra. "Galicia, evidentemente, es mi casa", afirma. Además, desde hace siete años preside la Asociación Executivas de Galicia, que refuerza el vínculo de las mujeres profesionales de Galicia con la comunidad.
Cuando ella llegó a la presidencia fue porque "se alinearon los astros: la anterior presidenta se iba y la empresa en la que yo trabajaba cerraba, así que me pareció un buen momento para presentarme". Desde 2013 dirige una asociación "diversa y plural en todos los sentidos: somos mujeres vinculadas con Galicia de alguna forma, pero procedemos de sectores diferentes, culturas diferentes e incluso ideologías diferentes".
También habla del proceso de adaptación de la propia organización a los avances sociales, pues "hace veinte años no había tanta conciencia feminista y, aunque hace ocho la igualdad ya formaba parte de nuestro vocabulario, seguimos avanzando cada día".
Reyes reconoce que, siendo presidenta de Executivas, se ha dado cuenta de que "la búsqueda de la igualdad no es una autovía de sentido único: hay ámbitos en los que hemos avanzado, pero también algunos en los que se ha retrocedido". No habla de sectores concretos, pero sí es consciente de que no todas las áreas profesionales que abarca la asociación avanzan al mismo ritmo y que incluso algunas "han dado pasitos atrás en los últimos años".
Sin legislación no hay igualdad
La presidenta de Executivas reconoce que se ha avanzado en conciencia, en visibilidad, en educación y, sobre todo, en política. "Ahora el feminismo forma parte de la agenda política, ya nadie concibe un estado sin una legislación a este respecto", aunque reconoce que muchas leyes están desactualizadas y haría falta una revisión profunda de muchas de ellas.
En un país en el que "se legisla con mucha facilidad y hay leyes para todo", Carla Reyes echa de menos un marco normativo para crear un currículo educativo feminista. "Los niños y niñas pequeños son muy permeables y aprenden de todo, pero nos falta un sistema educativo que refuerce ideas de igualdad en la adolescencia, que es cuando se acusa más ese déficit educativo".
No obstante, es consciente de que se han hecho grandes avances en materia de igualdad y feminismo, "tanto en España como en Galicia, y todo se lo debemos a la voluntad política que ha habido en los últimos años". Ahora considera que hacen falta grandes cambios, "dejar de ir pasito a pasito para hacer cambios estructurales, de calado".
"Es distinto el teletrabajo por Covid y la flexibilidad para conciliar"
De todos modos, para la periodista una de las legislaciones más urgentes es, sin duda, la que respecta a la conciliación entre la vida laboral y la personal. "La pandemia nos ha hecho ver muchas cosas y una de las más importantes es que hemos aprendido a distinguir el teletrabajo del Covid del teletrabajo por conciliación".
Si algo nos ha enseñado el pasado 2020 es que, si hay voluntad por parte de la empresa, muchos empleados pueden permitirse trabajar a distancia casi la totalidad de su jornada laboral. Pero Carla Reyes recuerda que no es igual el teletrabajo al que nos ha obligado la pandemia que el teletrabajo que algunas mujeres llevan años planteando a las empresas como medida de conciliación familiar.
"El Covid nos ha obligado a ser mujeres orquesta: saturadas de cargas laborales y cargas familiares. Han desaparecido los horarios y los límites, ha habido madres que estaban en una videoconferencia con su jefe mientras le daban la vuelta a la tortilla para que comieran sus hijos", dice.
Carla Reyes considera que la pandemia ha abierto los ojos a muchos, "que no eran conscientes de que la corresponsabilidad en en el hogar y en los cuidados todavía está en pañales". Tras el confinamiento y estos meses de ‘oficinas en casa’, España y el mundo entero "han sido conscientes de la necesidad de que el reparto equitativo sea efectivo".
Muchos estudios, incluido uno en el que Executivas está trabajando en el momento, han logrado demostrar que, aun trabajando dentro de casa el hombre y la mujer a la vez, es ella la que ha asumido las tareas propias del cuidado del hogar. "No pasa en el 100% de las familias, por suerte, hay casos de hogares equitativos, pero en la mayoría es la madre la que carga con las tareas: ni el padre ni los hijos, sean niños o niñas".
El camino hacia la "máxima flexibilidad"
Con la afirmación de que "la corresponsabilidad es la clave para lograr una igualdad efectiva", Reyes nos lleva hasta su lucha más reciente: la búsqueda de un sistema laboral que garantice la máxima flexibilidad para que las mujeres puedan conciliar según sus necesidades.
Ella habla, más concretamente, de la necesidad de un "cambio estructural, una reformulación de la organización del trabajo, que partiría desde la reorganización de los horarios laborales, comerciales y escolares". La presidenta de Executivas achaca a los horarios españoles muchas de las dificultades de las madres para conciliar: "no podemos esperar que la solución sea reducirnos la jornada sí o sí, deberían reformularse los horarios para que una madre pueda trabajar toda su jornada y recoger a sus hijos del colegio".
La peor consecuencia de este sistema, dice, es que en muchos casos las madres pierden oportunidades de crecer a nivel profesional por priorizar a su familia. "Porque además ellos siguen ganando más dinero que nosotras, por eso siempre va a pesar el trabajo del padre": será la madre la que se reduzca jornada o incluso deje su empleo.
La sociedad, dice Carla Reyes, "está configurada para que sea el hombre el que crezca en su carrera, ella siempre va a estar condicionada por ese papel de madre". Por eso considera que, desde el punto de vista de la conciliación, hace falta una reforma integral del sistema legislativo español, que ofrezca los mismos derechos para el trabajador a distancia y el presencial y que, en ningún caso, perjudique a ninguno por elegir una u otra opción.
Se refleja en las palabras de esta experta que la vida ha cambiado mucho para las mujeres gallegas en las últimas décadas, pero todavía queda muchísimo por hacer. Ella asegura que la asociación trabaja de manera constante para seguir evolucionando, "hoy hay cosas que vemos como actitudes machistas y hace veinte años considerábamos parte de nuestro ADN: nuestro objetivo es que todas esas reflexiones nos lleven hasta la igualdad real entre hombres y mujeres".