Con la firme idea de que el mar viajase en cada una de las piezas de su nueva colección, la joyera Silvia Mollinedo ha creado Kalú, una línea única y original en la que todos los diseños tienen un emotivo significado. Tras casi cinco años al frente de Gardian, su exitosa firma de joyas artesanas, Mollinedo ha querido llegar a un nuevo público, mediante una colección fabricada en acero inoxidable, "fresca y con el mar como inspiración".
La base de esta nueva línea, que es más sencilla que la elaborada joyería en materiales preciosos de Gardian, es el packaging: "yo quería que las piezas fuesen enlatadas, es algo que me rondaba desde hace años pero no sabía cómo hacerlo posible para combinarlas con la línea de Gardian". Por este motivo, Mollinedo ha encontrado este verano el momento ideal para lanzar esta idea con sus joyas en acero, a través de la nueva marca Kalú y presentando su primera creación "enlatada".
"Creamos cada pieza en acero inoxidable de fabricación industrial, que sufre menos que otros materiales con el proceso de embalaje", explica Silvia. Cada una de las piezas de la colección, además, tendrá un diseño único, creado en exclusiva para Kalú. "Es difícil encontrar fábricas de acero que hagan piezas a tan pequeña escala, por lo que cada uno de los adornos será personalizado y tendremos piezas únicas".
La comodidad que ofrece el acero, además, hace que Kalú sea una colección "todoterreno", porque no hará falta quitarse las joyas para la vida diaria: "no se estropean con el mar ni tienen por qué retirarse cada día, son más frescas y más aptas para el día a día", insiste su creadora.
La emotiva historia de Kalú
Kalú nace, explica Mollinedo, "casi a la vez que Gardian, porque me propusieron la imagen de marca en el mismo momento pero no vi que encajase con mi firma". No obstante, tanto la palabra como la inspiración marina tienen un importantísimo significado para la diseñadora, que ha querido recuperar Kalú con este proyecto tan especial.
"Kalú surge de la gamela que tenía mi padre en Carril, de donde era originario: del nombre de la embarcación, Kaluka, sacamos el nombre de la colección y la inspiración tras cada pieza", explica. El amor de su padre por el mar, al que iba a recoger almejas, es también la inspiración de su primera pieza: unos pendientes con forma de almeja de Carril.
Por este motivo, en el interior de la primera "conserva de joyas" se puede encontrar un par de pendientes fabricados en acero inoxidable que representan dos almejas de la ría de Arousa. Este primer par es solo el comienzo de la historia de Kalú, que ha sido ya muy bien recibida y que prevé sacar nuevas piezas próximamente. "Hemos tenido que incluir la línea en nuestra web porque nos preguntó por ella mucha gente y tengo previsto crear pronto una pieza unisex o dirigida al público masculino, por las que también nos preguntan mucho".
Por el momento, lo único que comercializa Kalú son sus originales almejas de Carril que, por supuesto, llegan enlatadas en un envase tradicional de conservas creado específicamente para la firma.