Productos vegetales, orgánicos y frescos, pero en un tamaño mucho más reducido. Así son los brotes y microvegetales, una de las últimas tendencias en alimentos saludables que está revolucionando el universo culinario más allá de la alta cocina. Estas diminutas plantas comestibles, que se recolectan entre la fase de germinación y su etapa más madura, aportan a los platos y a las dietas mucho más que una buena presentación. Sabor, aroma, color, textura y un alto contenido nutricional que incluso llega a superar al de sus versiones adultas. En definitiva, aquello que en mercadotecnia definirían como un superalimento.
Aunque su uso está muy extendido fuera de España, dentro de nuestras fronteras apenas son un par de empresas las que se dedican a la producción de estos singulares alimentos. En Galicia también existía un nicho de mercado en el sector que Daniel Barbeito supo identificar y aprovechar durante el confinamiento. Así fue como nació Adina Greens, una empresa dedicada al cultivo sostenible de estos brotes, hierbas y microvegetales desde el corazón de Portonovo, en Sanxenxo.
Según relata el empresario, la pandemia le brindó el tiempo libre necesario para poder empezar "a investigar nuevas formas de cultivo en agricultura" y formarse al mismo tiempo en el ámbito de los microvegetales. También, su experiencia laboral en restaurantes de Londres le permitió a este camaleónico trabajador ese primer acercamiento a los usos de estos vegetales "baby" en la gastronomía. "Aquí todavía no hay esa cultura del consumo de brotes y realmente es un alimento con muchas propiedades", aclara Barbeito, cuyo objetivo es terminar con esa barrera para que la gente pueda descubrir "la vertiente más beneficiosa" de estos productos.
Curiosidades sobre los brotes y microvegetales
De manera resumida, cuando se habla de brotes y microvegetales se hace referencia a aquellas plantas comestibles que se encuentran "en su primer estado de crecimiento". Es decir, las primeras hojas y tallos reales del cultivo de todo tipo de hortalizas o variedades herbáceas. Al tratarse de vegetales en un estado temprano, estos suelen concentrar un mayor sabor y valor nutricional que sus ejemplares adultos. La explicación reside, según aclara Barbeito, en esos "nutrientes que la propia semilla había reservado para poder germinar". De hecho, en términos generales, la ingesta de estos brotes "aporta entre 10 y 40 veces más vitaminas y nutrientes que consumir 100 gramos de la misma planta en su estado adulto", aclara el impulsor de Adina Greens.
Otra de las particularidades de estas plantas en miniatura tiene que ver con el proceso de cultivo y sus tiempos. Estas variedades de brotes y microvegetales se caracterizan por tener un ciclo productivo muy corto, de entre tan sólo unos 7 y 21 días desde la siembra. La producción se suele llevar a cabo en interiores y con unas condiciones óptimas de luz, calor, agua y humedad que permiten su desarrollo de manera controlada. "Cada planta tiene sus características, pero al tratarlas en un estado muy prematuro de crecimiento las condiciones son muy similares para todas", afirma Barbeito. "Una vez las pones a la luz si que hay que controlar un poco más los riegos de manera particular", agrega.
De manera general, el cultivo de estas variedades es mucho más orgánico y sostenible que la agricultura convencional. "Cuando empecé tenía claro que esto tenía que ser lo más sostenible posible", relata Daniel Barbeito. "En este caso por ejemplo, el consumo de agua se reduce muchísimo, ahorras sobre un 70% respecto a la agricultura tradicional", ya que el agua que se aporta en cada riego es la cantidad exacta que cada planta necesita. Asimismo, la utilización de "semillas orgánicas certificadas y sustratos orgánicos que salen de la naturaleza y vuelven de ella a través de procesos de compostaje" es otro de los sellos distintivos de Adina Greens. "Me gustaría llegar a tener mucho menos impacto (…) Tratar de hacer un consumo responsable y de cercanía para evitar contaminaciones innecesarias", asegura el empresario.
De Adina Greens para el mundo
Desde que dio comienzo el proyecto de Adina Greens, el catálogo de la empresa no ha dejado de crecer: "a nivel comercial ahora mismo tengo 16 variedades distintas (…) desde picantes a otras que recuerdan a cítricos o sabores amargos", asegura Daniel Barbeito. Brotes de rabanito, colinabo, rúcula, pak choi, guisante, mostaza, remolacha, cilantro… La lista es tan interminable como llamativa, aunque estos son sólo algunos de los tipos más utilizados en el universo gastronómico debido a su apariencia y sabores característicos.
"Cuando hice el catálogo trate de que tuviese una buena variedad y cubrir un espectro que encajasen con los platos", afirma Barbeito. "Ahora mismo con el volumen de negocio tengo lo más comercial, pero siempre estoy abierto a hacer nuevos experimentos". Y es que los restaurantes son los principales demandantes de los productos de Adina Greens, que ya suministran de manera regular a diferentes clientes repartidos por todas las Rías Baixas. De hecho, las entregas realizadas en el radio más cercano las lleva a cabo el propio Barbeito, que genera una serie de rutas personalizadas de reparto cada martes y viernes. Además, a día de hoy Adina Greens ya tiene alcance en otras zonas de Galicia e incluso "algún que otro punto de España, como Madrid, Málaga o Cádiz".
Más allá de la restauración, la empresa también atiende a demandas de particulares. Los usuarios pueden acceder a la página web de la empresa para hacer sus pedidos o si lo prefieren, dirigirse a la tienda Organics en Portonovo. "Por comodidad, tengo un punto físico en una tienda de productos orgánicos en los que sin ningún problema puedes encargar cosas y yo las llevo allí como punto de recogida", aclara Daniel. Adina Greens apenas ha empezado a rodar, pero ya se está haciendo un hueco importante en el mundo de los proveedores de estas particulares plantas prematuras.
Desde su puesta en marcha, Daniel Barbeito no ha dejado de investigar en busca de nuevas vías para llevar estos superalimentos y sus propiedades hasta las cocinas de todos los hogares: "últimamente he estado haciendo pruebas para hacer powders (polvos) con los brotes deshidratados, como complementos vitamínicos naturales", comenta. Una industria que en España todavía no ha sentado las bases y que podría empezar a hacerlo gracias a este indómito gallego . Por el momento, es tan sólo una idea en la mente del empresario; pero lo que sí es una realidad es que poco a poco Adina Greens y su filosofía siguen sumando cada vez más adeptos entre sus filas.