No siempre las cosas que buscamos caen del cielo, pero cuando ocurre no hay que perder la ocasión de aprovecharlo. Así ocurrió durante un día de tormenta durante la pandemia, cuando en plena preparación de un proyecto al que solo le faltaba el nombre, un rayo apareció en el cielo. La reunión se paró y los presentes lo tuvieron claro: se llamaría Lóstrego C.F.
Bajo ese nombre, Gabi Couñago recogía sus años de experiencia en el fútbol femenino para montar un club en el que se formase a jugadoras desde la base, en el que no habría equipo masculino y en el que las ganas de mejorar y progresar fuese el leitmotiv.
Couñago había terminado su relación con el Valladares "desilusionado" por cómo se trabajaba. Cuando él y el club decidieron separar sus caminos, los padres de las chicas de base le pidieron que montasen un equipo propio; las jugadoras, que tampoco estaban cómodas, se convirtieron en un apoyo más y decidió tirarse de cabeza.
Un Lóstrego imparable
El Lóstrego C.F. nacía en junio de 2020 con un equipo sénior formado por las jugadoras que dejaron el Valladares y que se enrolaron en un nuevo proyecto con forma de sueño alcanzable. Y el tiempo les ha dado la razón. De hecho, las dos primeras temporadas, este equipo ganó todos los partidos, lo que supuso dos ascensos de categorías en dos años.
"Cuando creamos el club, sabíamos que por nivel de jugadoras el primer año lo normal es que fueran buenos resultados. El segundo año también fue espectacular", explica Gabi Couñago a Treintayseis. Esta temporada, ya en Primera Nacional, dentro del Grupo 1, ocupan la sexta plaza; 33 puntos y un cuádruple empate que abarca desde la tercera plaza, que ocupa el Real Oviedo Femenino B.
"Aprovechamos estos dos años para trabajar con gente joven de calidad, para que estuvieran preparadas para Primera Nacional", asegura Couñago, encargado de sentarse en el banquillo del Lóstrego C.F. y que ha visto reconocido su trabajo con el premio que le ha entregado el Comité de Entrenadores de la Federación como ‘Entrenador Destacado de Fútbol Femenino’. "Este primer año de momento estamos encantados, sobre todo por cómo venimos trabajando con la gente joven, y cómo resulta esta apuesta por el talento joven", que se mezcla con otras veteranas con experiencia en la categoría.
Si miramos al futuro, el Lóstrego quiere asentar las bases del club, después de un crecimiento muy rápido que en el plano económico se ha realizado con "un trabajo excepcional"; el paso siguiente es reforzar el club a nivel estructural, asentar al primer equipo en Primera Nacional, ascender al B a Primera División Gallega y crear un Lóstrego C. Poco a poco "tener mejores y más medios y a partir del año que viene, pelear por mantenernos arriba".
Chaín, dulce hogar
El lugar elegido, tras estudiar "un poco todas las posibilidades de la zona", ha sido el campo de Chaín, en Gondomar. "En Vigo casi todos los campos municipales están hasta arriba, y los privados siempre nos pedían algo a cambio, que formáramos parte de su club, pero no queríamos depender de nadie", remarca Couñago, que veía el proyecto como una apuesta total por el fútbol femenino para "no caer en los mismos errores".
En esta búsqueda, el campo de Chaín era la horma de su zapato; situado en la frontera con Vigo, era un punto medio de encuentro para las chicas de Godomar, Porriño y Ponteareas. "Nos cogió a contrapié a los de Vigo, pero después de casi 3 años ahí, no parece tan lejos", dice entre risas. El resultado, un campo que tienen prácticamente a su disposición. Además, hace pocas semanas estrenaron sus oficinas, en este caso en las cercanías del estadio municipal de Balaídos.
La importancia de los referentes
El auge del fútbol femenino ha permitido que las niñas ya tengan referentes en los que mirarse y saber que se puede llegar. "Vero Boquete era la gran referencia y hace diez años jugamos contra el Atlético de Madrid en el que estaba Amanda Sampedro y las que la conocían estaban como locas; Alexia Putellas es el gran nombre ahora del fútbol español", enumera el técnico del Lóstrego.
Pero más importantes son los referentes a nivel local, los verdaderos espejos sobre los que construir una imagen de cara al futuro, unas figuras que "faltan aquí, que es lo que nos impide crecer", lamenta. "Antes, había más jugadoras en la zona sur de Galicia, pero desde la aparición del Depor femenino, se multiplicaron las fichas allí y aquí hay un estancamiento", una realidad que "no es casualidad". Mientras una chica de A Coruña sabe que puede ser profesional en el Deportivo, en Vigo y su comarca no existe nada parecido. "Si ya es complicado, aquí lo es más todavía".
Lo que se echa en falta es que un club como el Celta haga la apuesta definitiva por el fútbol femenino. "Yo creo que es cuestión de tiempo, pero que lo hagan cuando y como quieran", sentencia Couñago, que considera que la presión social, ahora de menor intensidad, provocó que el club celeste no quiera dar un paso que dé qué hablar, sino que prefieren mantener, por el momento, el statu quo. Por parte del Lóstrego "solo tendrían facilidades" y les darían "todo lo que les podamos dar".
Lo cierto es que el Lóstrego C.F. es una realidad que ha demostrado que es posible apostar por el fútbol femenino en Vigo y su comarca, que hay una base para crecer y que cada vez son más niñas que buscan en el fútbol el deporte de referencia. Chicas que, en un tiempo, se podrán convertir en referencias para las nuevas generaciones.