La Resistencia estrenaba temporada y lo hacía con oro y honores. El programa estrella de David Broncano recibía a Susana Rodríguez Gacio como primera invitada de este quinto curso.
La triatleta gallega seguía la estela de la también medallista olímpica Ana Peleteiro o la lanzadora Belén Toimil, que en el pasado mes de mayo enamoró al público por su naturalidad. Sin embargo, esta entrevista servía además como estreno para el nuevo plató del late night de Movistar +.
Nada más ser recibida por el público presente en el teatro Príncipe Gran Vía se producía la primera metedura de pata de Broncano. Tras admitir la triatleta viguesa que conocía el programa, el presentador le preguntó si lo había visto alguna vez.
Algo que ella, con una discapacidad visual del 90%, se lo tomó con el mejor de los humores: "Ver, ver…" reconocía sonriendo. Rápidamente, el también gallego de nacimiento cambiaba la pregunta a si lo había escuchado.
El resto del programa transcurriría sin mayores sobresaltos salvo cuando la doctora y atleta del Celta llegó a ofrecerle comprar la medalla de oro. El valioso metal, con inscripciones en braille, hizo las delicias de Grison -el músico del programa que estrenaba nuevo look- y Broncano, ataviado ya con uno de los bodys de la triatleta.
La doctora del CHUS le aseguró que "todo tenía un precio" y aprovecharía también para recordar su meritoria portada del TIME, tirando una vez más del humor negro: "parece que lo vea todo claro".
Entre el público se encontraban además Sara Loehr y Celso Comesaña. Susana narraba a los espectadores el nivel que tienen que demostrar sus guías para poder competir con ella en el triatlón olímpico: "Tienen que ser capaces de ir a mi ritmo y a la vez hablar para dar indicaciones" relataba.
"Cuándo hay que pedalear de pie o girar, dónde hay rivales o baches..," algo a lo que Broncano no tardaba en replicar preguntando "qué clase de desgraciado pone baches en el circuito paralímpico" ironizó.
Como cierre a su participación en el primer programa del nuevo curso, la doctora quería dejar un recuerdo con sello propio. Susana hacía entrega de una de las tradicionales tazas que adornan la mesa del presentador, serigrafiándola con un "suerte para toda la temporada" y la firmaba en braille. Un gesto único de una persona única.