La temporada del Centenario del Celta no está siendo tan especial como se esperaba, tanto por parte del club como de los aficionados. Especialmente grave está siendo el tema deportivo, con el equipo salvándose en la última jornada de la temporada pasada, con el riesgo que supuso celebrar la efeméride en Segunda División; y en las primeras 13 jornadas de la actual, sólo se ha logrado una victoria fuera, ninguna en Balaídos, y en la clasificación ocupa puestos de descenso.
En lo institucional, Carlos Mouriño ha ido desapareciendo del foco progresivamente para dar el relevo a su hija en la presidencia; será el 12 de diciembre cuando el traspaso de poderes sea oficial, con la elección de la nueva junta directiva. De hecho, las decisiones más importantes del Celta han llegado de la mano de Marian Mouriño en la temporada del Centenario, como la apuesta por el renombre de Rafa Benítez para liderar el proyecto.
Quizás será por estas aguas revueltas por lo que ciertas acciones del Centenario han quedado desdibujadas o, incluso, en el olvido. Es el ejemplo del bautizo de la nueva grada de Marcador por parte de la afición, una propuesta del club que lleva seis meses en el limbo. Se anunció, se realizaron dos fases pero, como si de un edificio en construcción que se queda sin licencias, se quedó paralizado sin que nadie sepa por qué.
La reforma de Balaídos, caballo de batalla
Se trata de un tema, además, en el que se cruza la mala relación entre el casi ex presidente Mouriño y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y que tuvo un punto de inflexión con las obras de remodelación de Balaídos, que comenzaron en enero de 2015 y que hoy, casi nueve años después, todavía no han finalizado. Y es que la grada de Marcador renovada fue una muesca más en las tensas relaciones Concello-Celta.
En enero de este año, Caballero aseguró que la reforma del estadio era "la acción más importante del Centenario"; lo hacía sin fecha a la vista para la finalización de la grada de Marcador, aunque se daba una fecha para su segura apertura al público: el 11 de marzo, coincidiendo con la visita del Rayo Vallecano, y eso a pesar de que la crisis de materiales que azuzaba al país generaba retrasos en los tiempos previstos para su remate.
A escasos 8 días de que se cumpliese la fecha, el 3 de marzo de 2023, el regidor convocó a los medios de comunicación para que visitasen una grada que, aunque todavía en obras, presentaba ya un aspecto cercano a la imagen final. Durante la visita, Caballero aseguró que se había ofrecido al Celta la posibilidad de abrirla una semana después, ese 11 de marzo señalado en su calendario, ya que la zona de Marcador Bajo ya era hábil para que se asentasen los aficionados. Eso sí, matizó que entendía que los plazos eran cortos, y que entendería que no se abriese de momento.
Marcador Centenario sin estrenar
En ese mes de marzo, la nueva obra ya tenía un nombre oficioso lanzado por Abel Caballero a finales de febrero: Marcador Centenario, apelativo acorde con los cien años que el club cumpliría solo unos meses después. Un bautismo que nadie puso en duda, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de un bien municipal, a pesar de que su uso, al igual que ciertas ganancias que genera, las tiene cedidas el Celta desde hace ya muchos años.
El 11 de marzo, la grada no se abrió. Tampoco las semanas siguientes; de hecho, el 31 de marzo, Mouriño remitió una carta al Concello en el que era tajante: "No se abrirá la grada al público, pase el tiempo que pase, sean días, semanas, meses o años". En la misiva, se insistía en que las obras no estaban terminadas de acuerdo con lo que establecía el contrato firmado con la constructora y con los auxiliares de obra y que faltaban elementos como los tornos, el vídeomarcador, las luces y los sistemas de seguridad.
Días después, el 4 de abril, el Concello contestaba por medio del edil de Fomento, Javier Pardo, que sostenía que aquello que era competencia municipal estaba finalizado y que lo que faltaba, era responsabilidad del Celta y de la Liga. "No tiene que ver con la reforma que ha hecho el Concello de la grada", incidía Pardo. "No se usa porque no se quiere".
Pasó el mes de abril con la pregunta en el aire, al son de la canción de Sabina, de quién había robado ese mes a la afición con los nuevos asientos sin estrenar. Los socios de la antigua grada de Marcador habían sido reubicados y el estadio, sin uno de los fondos, quedaba desnudo en la recta final de una temporada que se complicaba por momentos.
Convocatoria del Celta en mayo
A principios de mayo, el Celta convocó a la afición para que fuese ella la que bautizase la grada; adelantó por la derecha al Concello y obvió aquel apelativo oficioso que había calado de alguna manera entre el celtismo. Fue el 4 de mayo cuando, replicando la acción que puso el nombre de Afouteza a la nueva cuidad deportiva, se convocó a los aficionados para proponer nombres para la nueva grada, bajo el lema "El Centenario es para todos".
En las respuestas a la publicación en sus redes sociales, el Celta se encontró con pocas propuestas y muchas críticas, algunas de ellas en forma de nombres como "Mouriño vaite xa" o "Tameiga resiste"; una gran mayoría de los comentarios confirmaban que el nombre tenía que ser Marcador o daban por hecho que el nombre era el que había deslizado el Concello meses atrás.
Tras esta primera convocatoria, diez fueron las propuestas que pasaron a la segunda fase para renombrar la parte baja de la grada: A Batea, Bancada 1923, Bancada Celeste, Bancada Irmandiña., Bancada Seareiros, Esmorga, Fogar de Breogán, Fondo, Marcador Baixo y Marea Celeste. La votación para la elección del nombre definitivo se abrió el viernes 12 de mayo a las 10:00 horas y se cerró el domingo 14 de mayo a las 23:00 horas.
El anuncio de la votación, que se publicó también en la web que el club le dedica en exclusiva al Centenario, fue la última noticia que se tuvo de la posibilidad de que Marcador, o Marcador Centenario, fuese renombrada por la afición.
La única pista del nombre de la grada actualmente la podemos encontrar a la hora de comprar una entrada: las zonas están nombradas como Marcador Alto y Marcador Baixo.
La grada, sin nombre oficial nuevo, se abrió en la última jornada de la temporada pasada y el aliento del fondo donde se ubicó C.Tangana aquel día y el resto de los partidos a los que ha acudido, con la grada de animación, sirvió para que, con goles de Gabri Veiga, el Celta derrotase al Barcelona y se mantuviese en Primera; y también para que una pregunta, otra más, quedase en el aire: ¿no se pudo abrir antes?
Son tiempos convulsos en el Celta y parece que renombrar una grada que ya tenía un nombre interiorizado por el celtismo no es una prioridad. Así que Marcador seguirá siendo, al menos de momento, Marcador.