Este lunes comenzaron las obras de derribo de la grada de Marcador. De alguna manera, se va, con el hormigón, parte de la memoria de los aficionados que han vivido en ella grandes momentos, recuerdos que cada uno guardará en su vitrina particular. Marcador era, sin duda, una de las gradas más populares del estadio y el hogar de algunas de las peñas más animosas del Celta.
Una grada que tiene un especial significado para uno de sus socios. José Cid fue el protagonista, en 2014, de una de las escenas más curiosas que se dieron en Marcador y que, además, fueron recogidas por las cámaras del mítico programa de ‘El día después’: una pedida de mano en plena grada con mariachi incluido.
De madre mexicana y padre gallego, José llegó a Galicia en 1999. Fijó su lugar de residencia en Ourense y se hizo aficionado del Celta. "Seguía al Celta, pero no me hice socio hasta que conocí a Sabela", asegura. Toda la familia de Sabela, de Vigo, eran celtistas, así que asistir a Balaídos cada dos fines de semana, según los jugase el equipo de local, se convirtió en costumbre.
Una idea inicial truncada por una rodilla
La afición por el Celta fue la excusa perfecta para organizar una pedida de mano para no olvidar. En el verano de 2013, a través de un mail se puso en contacto con Canal Plus, ya que El Día Después acostumbraba a hacer reportajes con aficionados, mirando más hacia la grada que al césped. Lo que no se esperaba José era que, jugando al fútbol, se rompería la rodilla en noviembre. "Eso hizo que retrasase la idea, al menos hasta que pudiese caminar", recuerda entre risas.
Lo que no esperó fue la pedida de mano. "Su familia ya sabía lo que estaba preparando, pero al romperme la pierna, les pedí que no dijesen nada porque mi intención seguía siendo la misma. De todas formas, le pedí matrimonio de una manera ‘más convencional’". El "sí", por lo tanto, ya lo tenía. "Así ya lo tenía asegurado, porque imagínate que me dice que no…".
Una vez recuperado de su lesión, la maquinaria se volvió a poner en marcha. Contactó de nuevo con Canal Plus y la nueva pedida de mano volvió a fijar una fecha: el sábado 13 de septiembre de 2014. Un Celta-Real Sociedad de la jornada 3.
Permiso para los mariachi y la cámara
Los preparativos tenían más complicaciones de las que esperaba. "Desde el programa me informaron de que tenían que pedir permisos al Celta para poder meter a los mariachi y para que el cámara pudiese subir a la grada", asegura. El plan era el siguiente: José les indicaría dónde estaba sentado exactamente para que tuviesen imágenes previas de la pareja; poco antes del descanso, se levantaría con la excusa de ir al baño y se reuniría con el cámara y los mariachi en una de las bocas de acceso a Marcador. En pleno descanso, entraría la comitiva de músicos, cámara y novio, con anillo incluido, "uno más normalito", y en medio de Marcador, hincaría rodilla.
Como se ve en el vídeo, todo salió a pedir de boca (spoiler: ella dijo sí, otra vez):
Del partido, José recuerda poco. "Sé que marcó Larrivey, porque lo dice el reportaje, pero no recuerdo ni el rival ni el marcador final", dice entre risas. Sería por los nervios. La crónica de aquel día cuenta que el Celta, entrenado por Berizzo, recibió a la Real Sociedad. Empataron a dos, después de que el Celta se adelantase en el minuto 27 con un gol de Orellana y con el referido gol de Larrivey, justo al comenzar la segunda parte; y la Real empató con goles de Agirretxe y de Jonny en propia puerta en el minuto 88. En el fondo, el resultado era lo de menos ese día.
Siete años después
Han pasado casi siete años desde aquella pedida de mano y hay cosas que han cambiado. Por un lado, José tiene dos hijas, "socias del Celta, por supuesto", pero por otro, ya no está con Sabela. "Nos divorciamos a finales de 2019", concreta, "son cosas que pasan, pero el recuerdo de aquel día es bonito y se lo contaré a mis hijas".
Como cada año, ha vuelto a renovar su carnet de socio. "El año pasado ya pagué los 50 euros para no perder el número", pero esta temporada, al menos de momento, no podrá volver a la misma grada y no sabe dónde lo reubicarán. Al menos, de Marcador, guarda muchos recuerdos. "Todavía enseño el vídeo y me lo siguen recordando".
Si el "lo que Balaídos ha unido, que no lo separe el hombre" con el que remataba el reportaje no se ha podido cumplir, al menos esperamos que el celtismo que se vivió en Marcador, no lo separe una demolición.