Valencia 2 – 0 Celta: el VAR y el descuento vacían el botín de Mestalla
Pese a resistir durante media hora con uno menos tras la dudosa expulsión de Rubén Blanco, el Celta vio escaparse el partido después del minuto 93
20 febrero, 2021 21:34Nadar para morir en la orilla. En un partido soso y destinado al empate y el bostezo general, la expulsión de Rubén Blanco condicionó el desenlace final. El Celta defendió el resultado durante 93 minutos hasta que Kang-In encontró el premio a un buen partido con una asistencia a Vallejo en el descuento. Gameiro cuatro minutos después echaba sal en la herida, como ya ocurrió en el Sánchez Pizjuán.
Facundo Ferreyra y Augusto Solari estrenaban titularidad al entrar por los sancionados Aspas y Brais. Manteniendo el resto del bloque, el Celta jugaba su partido 550 con un canterano en el once, una racha que ya dura más de 12 años. También recuperaba la segunda equipación de la temporada pasada, recordando infaustos partidos.
La primera parte transcurrió sin más emoción que la que ponían Daniel Wass y Kang-In por parte del equipo local, superlativos en todo momento. Mientras, el celtismo aguantaba la respiración al ver a Tapia dolerse en dos ocasiones, en una de ellas evitando un gol cantado tras un nuevo error de Murillo.
La intensidad de los de Coudet pasaba factura de nuevo en el plano de las amonestaciones. Nolito recibió una amarilla por lo que se perderá el próximo partido, mientras Mina recibía otra a la media hora pese a ser golpeado con frecuencia. Acertaría el árbitro anulando un gol de Daniel Wass tras un gran pase de primeras de Maxi Gómez por fuera de juego. Esta vez no se cumplió la ley del ex aunque el danés mostró una motivación extraordinaria en lograrla.
Comenzaba la segunda parte el Celta mejor plantado con un tiro lejano de Ferreyra, al que no se le vieron muchas ideas en un partido que debía confirmar su progresión. La defensa se mostraba más segura, destacando Néstor Araujo, mientras que Tapia recibía su novena amarilla de la temporada.
El mano a mano Rubén-Maxi cambió todo
Superada la hora de partido, un balón en largo a Maxi Gómez definió el resto del partido. Tras una salida muy tardía de Rubén Blanco, el uruguayo se iba al suelo fuera del área y se armaba el lío. Pese a que Pizarro Gómez no vio falta inicialmente y amonestó a Gayà por sus protestas, rectificaba al ver el VAR. Tras varias revisiones, expulsaba al portero mosense al interpretar que derribaba a su ex-compañero siendo el último hombre, decisión acatada sin muchas protestas pese a las dudas.
Iván Villar entraba por Ferreyra con la misión de aguantar el resultado durante media hora y sin calentar. Pese a las habituales dudas del portero de Aldán, salvaba un pase a Gameiro en el área pequeña y ordenaba y animaba a la defensa constantemente. El empate de
El equipo se vació físicamente durante media hora para aguantar el resultado. Nolito llegaría a colarse hasta la cocina en su mejor acción, pero Cillessen arrebataba el remate a Hugo Mallo en el último momento. Las entradas de Aidoo por Solari y Beltrán por Nolito daban aire al equipo, adelantando el capitán su posición.
Cuando el empate parecía decidido, una rápida pared de Vallejo con Kang-In rompía la muralla celeste -algo lenta tras el esfuerzo- y arrebataba el premio a los celestes en el minuto 93. Pese a una última contra de Aaron Martín y Denis, Gameiro sentenciaba con un potente disparo tras una jugada individual de Correia ya con el tiempo cumplido.
Nolito reconocía al término del partido que el resultado era "una putada" tras el enorme trabajo defensivo, especialmente en la recta final. Ni la falta de Iago Aspas y Brais Méndez, ni los defensas, ni el tiempo añadido ni siquiera la entrada de Villar, siempre cuestionado. En Primera División los pequeños detalles deciden hasta el partido más anodino; y la perla de la cantera valencianista y una extraña aplicación del VAR lo corroboran.