No hubo más color que el celeste en el Carlos Tartiere, donde el Celta selló su pase a la segunda ronda de Copa con una contundente manita al Llanera. El equipo de Puebla de Llanes, jugando hoy en Oviedo, no tuvo ninguna opción ante un Celta que suma su cuarta victoria consecutiva por primera vez desde Berizzo y que cuenta sus partidos por goleadas.
Eduardo Coudet daba descanso a los titulares aunque se mantenía fiel a su esquema habitual. Okay recuperaba el pivote defensivo, con Beltrán en banda y Lautaro y Mor como referencias ofensivas. Las miradas se centraban en estos dos jugadores ante la lesión de Mina y las dudas sobre su efectividad. También Murillo y José Fontán regresaban a un once en la línea defensiva.
La primera media hora se convirtió en un monólogo celeste con un 80% de posesión. En su regreso al primer equipo, Sergio Carreira quemó el lateral derecho con sus subidas y centros por la banda. Mientras, Emre Mor mostraba su buen estado de forma tras recibir el alta médica esta misma semana.
El primer gol llegaría en el minuto 40, con una jugada con sello en la cantera celeste. Denis Suárez se inventó un pase desde la frontal del área a la línea de fondo para que Carreira asistiera a Lautaro de León tras una carrera. El delantero uruguayo criado en las categorías inferiores lograba su primer tanto solo tres días después de debutar con el primer equipo ante el Cádiz.
La entrada en el descanso de Nolito por Denis Suárez multiplicó los recursos ofensivos. El sanluqueño volvió a anotar en su primera ocasión, siendo el cuarto partido de los cinco que llegaba Coudet que lo logra. Sería tras una combinación de Brais y Carreira, con Emre Mor conduciendo el balón desde tres cuartos de campo hasta la media luna para asistir con un gran pase al área pequeña.
Cinco minutos después, el turco-danés coronó su regreso con su primer gol desde 2017, el segundo con la celeste. Lautaro de León ejercía esta vez de asistente y Emre lograba safarse de los dos defensas con un extraño control, a medio camino entre el semifallo y la genialidad; para acabar batiendo de un disparo cruzado al segundo toque.
La sorprendente entrada de los titulares
Nada más anotar el tercer tanto del partido, Coudet ejecutaba un sorprendente doble cambio, al retirar a Emre y Lautaro para dar entrada a Aspas y Baeza. El celtismo afrontó el final del partido con la respiración contenida ante cualquier percance que pudiera lesionar al diez celeste en un partido ya resuelto.
Pero Iago mostró su ambición y no aflojó el ritmo, asistiendo a Nolito una vez más para marcar el cuarto en el 75; y a Hugo Mallo siete minutos después, quien anotaría tras una gran internada y centro en el área. El lateral entró por Brais Méndez, quien hoy lucía por primera vez el brazalete de capitán.
Paulino, el guardameta local, logró evitar una goleada aún mayor con varias intervenciones de mérito. Miguel Baeza demostró una vez más su olfato, pero el disparo se convirtió en su quinto palo de la temporada. El equipo de Coudet superó con nota su primer encuentro copero, mostrando el buen estado de forma colectivo.
El Pontevedra da la campanada mientras el Ribadumia se despide
Hubo sorpresa en Pasarón, donde los granates eliminaron a un Cartagena que no parecía de una categoría superior. Álex González tras un gran centro y Oier Calvillo con un disparo cruzado en la segunda parte hicieron efectiva esa ventaja, aunque Elady recortara distancias en la recta final. El Pontevedra se convierte en el quinto equipo en eliminar a un segunda y estará en el bombo de mañana para la segunda ronda de principios de enero.
Por su parte, el Ribadumia despertó de su sueño copero ante el Cádiz. Ante los 300 espectadores que pudieron vivir este choque histórico en A Senra, el conjunto de O Salnés cayó por 0-2 aunque mostrando su orgullo. El capitán Jon Ander Garrido abrió la lata de cabeza en el minuto 35, mientras que Malbasic sentenció ante Pazos en el 50.