El pasado 8 de mayo, cuando quedaba un cuarto de hora para las 23:00, se obró un milagro al que los aficionados madridistas ya están muy acostumbrados. Se jugaba en el Santiago Bernabéu la seminal de la Champions entre el Real Madrid y el Bayern Múnich, y los alemanes ganaban 0-1.
En el minuto 80, Ancelotti, bajo recomendación de su hijo y segundo entrenador Davide, se encomendó a Joselu Mato, delantero gallego de 34 años y con una especial relación con el gol. Esa historia de amor la refrendó en tres minutos, entre el 88 y el 91, con dos tantos, el segundo previa intriga del VAR, que daban al Madrid acceso a la final de la Champions.
Las portadas fueron para él, héroe blanco casi por accidente, clavo ardiendo del técnico italiano, el suplente más veterano en conseguir un doblete en un partido de eliminatorias en la UEFA Champions League. Pero todo lo que parezca una coincidencia o fruto del azar, realmente no lo es. El ariete, con formas a la antigua usanza, llevaba toda la vida preparándose para ese momento.
La historia de Joselu Mato no es la de la casualidad ni la coincidencia, es de la superación. La que se conoce es la de una trayectoria regada de equipos alemanes, ingleses y españoles, pero hay que regresar al origen para entender la figura de un deportista de élite que nunca renunció a sus raíces.
De Alemania a Silleda
Stuttgart lo vio nacer un 27 de marzo de 1990 bajo el nombre de José Luis Mato Sanmartín. Nada extraño para un gallego de corazón, hijo también de la emigración que esta tierra tiene asumida como propia y que desde el último tercio del siglo XIX vivió una diáspora masiva.
Con 4 años, regresó de la mano de su familia a Silleda, una localidad de menos de 9.000 habitantes. El rural gallego en el norte de la provincia de Pontevedra, un municipio donde la piedra de sus iglesias románicas, mosteiros, fervenzas y espacios naturales marcan su idiosincrasia.
Allí, se enroló en las categorías inferiores de la SD Silleda. "Era un chico que destacó siempre, al principio por su físico, porque era más espigado que los niños de su edad, pero sobre todo por lo que le gustaba estar siempre con la pelota, fuera en el campo de fútbol o en cualquier plaza del pueblo, donde hubiera un balón, con otros niños, o contra cualquier pared", revelan a Treintayseis desde la directiva del club silledense.
Joselu siempre jugaba en una categoría superior a la de su edad, destacando entre el resto de jugadores, incluso en sus comienzos como portero, aunque pronto se dio cuenta de que lo su destino no era parar, sino marcar.
Siempre pegado a un balón
La socialista Paula Fernández Pena es la alcaldesa de Silleda, que recuerda, al igual que todo el pueblo, al ahora jugador del Real Madrid. "Lo conocemos porque su familia tenía un bar; además, su padrastro era trabajador municipal. Siempre estaba pegándole patadas al balón".
De hecho, ese bar que regenta su madre, un local cerca del centro de Silleda y con una terraza trasera, le ha dado el sobrenombre con el que lo conocen sus amistades: "Triana". Criado entre el bar y las calles y plazas del pueblo, su calidad futbolística llamó la atención del Celta con 13 años, donde recorrió todas las categorías inferiores hasta llegar al primer equipo. Antes, destacó en el Europeo Sub-19 con la selección española y formó parte de la brillante hornada del Celta Juvenil que alcanzó la final de la Copa de Campeones con jugadores como Hugo Mallo, Denis Suárez y Rodrigo Moreno.
Fue Stoichkov el que lo hizo debutar en un amistoso contra el Porriño en 2007; después, Eusebio le dio la alternativa en otro encuentro no oficial en 2009 ante el Pontevedra, en el que anotó tres goles. Su debut con la camiseta celeste oficial fue el 9 de mayo de 2009, en la misma temporada en la que Iago Aspas terminó salvando al equipo de caer en el pozo de la Segunda División B.
Un goleador en busca de la estabilidad
El Real Madrid lo fichó, pero lo dejó cedido un año en Vigo. Con el conjunto blanco alternó el filial, con el que fue máximo goleador empatado con Morata y ascendió a Segunda División, con el primer equipo, con el que debutó en 2011 con gol, aunque tuvo poca presencia. Terminó siendo traspasado al Hoffenheim, para después jugar en el Eintracht de Frankfurt y en el Hannover 96; en la Bundesliga nunca logró la regularidad deseada.
Pasó por la Premier, en el Stoke City y en el Newcastle, con una cesión en el Deportivo en medio. Finalmente, regresó a España. Tres temporadas en el Alavés, del que terminó como máximo goleador del club en Primera con 36 tantos, y un año en el Espanyol, donde refrendó su madurez futbolística logrando el Trofeo Zarra. En el club perico sólo estuvo una temporada en la que no pudo evitar el descenso a Segunda. Pero este pasado verano, se le abrió una puerta blanca y descomunal.
Regresó al Madrid como cedido tras la salida de Karim Benzema y esta temporada ha disputado 49 partidos, 2098 minutos y ha marcado 18 goles entre todas las competiciones; en todas ellas ha convertido al menos un tanto.
El delantero ha pasado de pedir en el 2012 un "link bueno" para ver el partido de la Supercopa de España entre Barcelona y Madrid a ganar con el club blanco la Liga y la Champions League.
Humildad, arraigo y naturalidad
"Cada vez que viene a Silleda, le gusta pasear entre todos los niños, jóvenes y no tan jóvenes del pueblo, sean sus amigos de siempre o simplemente cualquiera que se acerque a él", destacan desde la SD Silleda. Y es que Joselu no ha perdido de vista sus raíces. De él destacan que "es muy buena persona" y que mantiene "el arraigo a esta tierra y sus gentes", además de su "naturalidad".
Ese vínculo inexorable entre Joselu y Silleda se refrendó con la instalación de una gran pantalla en la plaza Juan Salgueiro, donde además tiene el domicilio familiar. Una decisión que rubricó un pleno muy especial, formado por niños, que lo acordaron por unanimidad, como destaca la alcaldesa.
"Fue una fiesta tremenda", recuerda la regidora Paula Fernández, con una plaza repleta con 800 personas, el doble de las sillas que se habían instalado. "Es un chaval de una familia muy humilde de Silleda y que ha llegado a lo más alto", explica Fernández, que añade que son sus familiares los que lo han hecho crecer "con humildad y valores como el respeto".
Un espejo para los niños del rural
Un chico del rural gallego que se ha convertido en una estrella del fútbol y un espejo en el que otros niños y niñas puedan verse reflejados, saber que no hay límites, sólo hay trabajo.
"Que una figura salga del rural y llegue tan alto es muy importante", sentencia la alcaldesa, que destaca el gran nivel de la escuela de fútbol de Silleda, de la que han salido otros jugadores como Noel López, hoy en el Castilla, y Rubén López, en el Deportivo, "gente joven que de una escuela del rural llegan a lo más alto".
Y es que Paula Fernández reivindica que "los del rural podemos tener esas oportunidades". ¿Qué es necesario para ello? "Tener buena gente y que los niños nazcan con ese carácter ganador", contesta. "Deberíamos analizar el agua que bebemos porque debe ser muy buena", dice entre risas.
En Silleda, el nombre de Joselu Mato no sólo está impreso en las camisetas con las que los niños y las niñas juegan en las calles; desde el pasado verano, el campo de fútbol lleva su nombre.
El primer dezano en vestir la camiseta de la selección absoluta de España tiene su siguiente gran cita en la Eurocopa de Alemania que arranca este mismo viernes con el partido entre Alemania y Escocia. El debut de España será contra Croacia mañana sábado a las 18:00 horas en Berlín y Joselu estará entre los elegidos, con el '9' a la espalda, para volver a situar a Silleda en el mapa.