Desde el dibujo clásico a la pintura, pasando por el grabado e incluso el muralismo: Xosé Conde Corbal (Pontevedra, 1923- Vilagarcía de Arousa, 1999) fue uno de los grandes referentes artísticos de Galicia durante el siglo XX. Este año, con motivo del centenario del nacimiento del pintor y grabador pontevedrés, el Espazo Torrado de Cambados ha querido recordar su figura y vasta trayectoria a través de una exposición antológica dedicada a su obra gráfica. De este modo, la muestra de "O Corbal no mar de Arousa" podrá disfrutarse hasta el próximo 18 de junio de forma gratuita en el horario habitual del espacio museístico: los martes, miércoles y viernes entre las 11:30 y las 13:30 horas y las 17:00 y 20:00 horas; los jueves y domingos en horario de mañana, y los sábados únicamente de 17:00 horas a cierre.
El legado de Corbal en Galicia
Conde Corbal dejó en Galicia un legado artístico de más 1.700 grabados y otras mil obras de arte en formatos tan dispares como la acuarela, el óleo o los gouaches. Una labor intensa e inagotable que se hizo evidente hasta el final de sus días en el año 1999. De hecho, el artista pontevedrés vivió su última década a orillas de la ría de Arousa (y también pasó temporadas vacaciones en años previos), lo que influenció en gran medida sus últimas creaciones. Por lo general, la producción artística del reconocido pintor y grabador se ha agrupado siempre en torno a temáticas como el mar, las personas, el entorno natural y animal así como sus propias vivencias.
Ahora, dicha memoria gráfica de Corbal en la ría de Arousa toma forma a través de una exposición que pone el foco en unos grabados ―de técnica propia e inspirados en la comarca do Salnés en su mayoría― que se convirtieron en la seña de identidad de un artista que terminó por situarse como uno de los principales exponentes del arte plástico gallego a lo largo del siglo XX. El barrio marinero de Porto Meloxo en O Grove, o el casino, el balneario y el concurrido puerto pesquero de Vilagarcía de Arousa son sólo algunos de los espacios más emblemáticos de la comarca que encontraron la eternidad en los dibujos de Corbal y que en la actualidad, al menos hasta el próximo mes de junio, pueden disfrutarse en el Espazo Torrado de Cambados.
La eterna figura de Xosé Conde Corbal
Pintor y grabador de renombre, Xosé Conde Corbal nació en la ciudad de Pontevedra un 5 de abril de 1923. Su primera incursión en el mundo de las artes llegaría de la mano de su círculo familiar más cercano: su tío, el pintor Sixto Vizcaíno sería una de las primeras personas en corregir algunos de los dibujos iniciáticos del pontevedrés. A pesar de su evidente don artístico y el gusto por el dibujo, Conde Corbal inició su carrera de Química y Derecho en Santiago de Compostela e incluso intentó ingresar en la Escuela de Montes de Madrid. Su trayectoria profesional empezaría en el sector empresarial de Benavente (Castilla y León), donde también llegaría a colaborar en el periódico "El Imperio de Zamora" durante un breve periódo de tiempo. Poco después, el gallego se traslada a Lobios para trabajar en las oficinas de una mina de wolframio situada a una hora de la ciudad de Ourense. De hecho, es en esta gran urbe del interior de Galicia donde Conde Corbal comienza a dibujar y diseñar de manera profesional para una empresa cristalera conocida como La Belga.
El verano de 1957 resultó especialmente prolijo para la producción pictórica de Corbal, cuyas primeras acuarelas se expusieron en el Liceo ourensano tan sólo un año después y en la Sala Velázquez de Vigo ya en 1959. Otro de los momentos clave en la vida y obra de Conde Corbal se produce cuando empieza a colaborar con el periódico La Región, donde conoce al escritor Vicente Risco, artífice de las letras que acompañaban a sus dibujos en la icónica serie El Orense perdurable. De esa relación profesional surge una amistad que lleva al artista pontevedrés a introducirse en el círculo cultural de Ourense y a participar en tertulias con figuras de la talla de Otero Pedrayo, Ferro Couselo o Xaime Quessada entre otros. Durante este período también colabora como cartelista en la militancia política antifranquista, ilustra las revistas gallegas de México Vieiros y Nova Galicia, y continúa con la exposición de sus obras tanto en formato de acuarela, como óleo, dibujo o gouache, todos ellos inspirados en la sociedad, las costumbres y el patrimonio artístico-cultural de Galicia.
De regreso a su Pontevedra natal a principios de la década de los 60, Corbal se vuelve un asiduo de la tertulia del Café Carabela mientras ilustra reportajes para el Diario de Pontevedra. Pero este no será el único diario gallego en el que colabore el artista, también el Faro de Vigo, La Noche, La Voz de Galicia o El Correo Gallego vieron plasmados el arte infinito de Conde Corbal en muchas de sus publicaciones. En lo que respecta a su producción de grabados, sus creaciones se vuelven mucho más intensas tras una breve estancia en Madrid repleta de arte y exposiciones. La obra gráfica del artista se centra en sus últimas décadas en temas como los monumentos, el mar y sus gentes, la fauna, el folclore o sus propias vivencias tanto dentro como fuera de Galicia. Conde Corbal falleció un 5 de marzo de 1999 en Vilagarcía de Arousa, localidad en la que había establecido su estudio y residencia artística varios años antes de su pasamiento.