La Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), comúnmente conocida como la Ley Celaá, fue aprobada en el Congreso de los diputados el 23 de diciembre de 2020 con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV y los grupos minoritarios; sumando 177 votos. Mientras, PP, Vox y Ciudadanos votaron en contra de la misma.
Pese a que las nuevas medidas entrarán en vigor para el próximo curso 2022-2023, la eliminación de la evaluación extraordinaria de septiembre se comenzará a aplicar en este curso escolar 2021-2022, lo que amenaza la rentabilidad de las academias, que no han dudado en posicionarse en contra.
A un mes de terminar el último trimestre escolar, las academias miran con incertidumbre a los meses de verano, sin saber realmente qué implicaciones va a tener esta novedad académica en sus negocios.
La directora del Centro de Estudios Ágora en Vigo, Teresa Muñoz, explica que realizarán un cambio de estrategia importante con el fin de minimizar el impacto negativo sobre el negocio. En su caso, ha decidido impartir campamentos de verano y talleres de escritura y matemáticas. Además, prevé que las disciplinas auxiliares como la lengua, las matemáticas o el inglés sigan manteniendo el número de estudiantes, ya que son materias para las cuales los alumnos pueden necesitar preparación para el próximo curso.
La peor parte se la llevarán los profesores de materias como Biología o Economía, que puede que se encuentren sin alumnos durante los meses de verano. "Es muy difícil obligar a los niños a que vengan a clases en verano para preparar las materias del curso siguiente", comenta Muñoz.
Adaptación y nuevas técnicas
Por su parte, la directora de la Academia Real de A Coruña, Liliana Ferreiro, se muestra optimista y cree que la situación no les debería afectar negativamente siempre y cuando sepan adaptarse y utilizar nuevas técnicas. Considera que deben centrar su oferta en repasar y en refuerzos sin la presión de septiembre, ofreciendo servicios de preparación para pruebas libres o de acceso, además de formar a los estudiantes en diferentes técnicas de estudio.
Para resistir estos dos meses, tanto Teresa Muñoz como Liliana Ferreiro confían en su alumnado fiel que acostumbra a ir todos los veranos para preparar asignaturas y esperan que este no sea la excepción. Para conservarlo Liliana Ferreiro confía en la figura de los padres, "los padres son previsores y no quieren que sus hijos empiecen mal un curso", por lo que esperan mantener un mínimo de matriculaciones. "La situación es preocupante y no pinta demasiado bien", apunta Muñoz.
Todo esto supondrá una disminución de las ganancias por parte de las academias. Teresa Muñoz prevé que el Centro de Estudios Ágora ingrese un 50% menos de lo normal.
Por otra parte, esto también tiene un impacto negativo sobre los profesores particulares, que en muchas ocasiones se verán obligados incluso a darse de baja de Autónomos. Es el caso de Soraya Paradela que, al verse sin alumnos para los meses de verano y sin recibir ningún tipo de ayuda, se va a ver obligada a estar dos meses sin trabajo y sin poder cobrar el paro por su condición de autónoma. "No recibimos ningún tipo de ayuda y me veo con cero alumnos en verano, voy a estar dos meses sin trabajo y sin ingresos", denuncia.
Para conocer las implicaciones reales de la eliminación de la evaluación de septiembre debemos esperar a ver los datos de los meses de verano, sin embargo, todo apunta a que tanto academias como profesores particulares van a verse afectados negativamente por la medida.