La ciudad de Pontevedra nace y muere con el paso del río Lérez, que la atraviesa en una curva que confiere al centro una característica forma semicircular. El nombre de la ciudad, su demografía y su arquitectura se han adaptado al paso del río y han logrado que se integre perfectamente en el paisaje urbanístico.
Precisamente por culpa del Lérez, Pontevedra cuenta con varios puentes que permiten a los transeúntes atravesar el río, creando una arquitectura singular y exclusiva. La "ciudad de los puentes" cuenta con ocho de estos pasos, cada uno de ellos de una forma, inaugurados en fechas muy diferentes y construidos aunando pragmatismo y belleza.
Puente de la Ría
El primero de los puentes que nos encontramos en Pontevedra es el que soporta la AP-9, en la desembocadura del Lérez sobre la ría. Construido en 1992, modificó las vistas de la salida al mar de la ciudad, pero ha resultado otorgar otra preciosa panorámica ahora característica.
A Barca
El único paso peatonal hacia el vecino municipio de Poio se encuentra sobre este puente, un paso que antiguamente se hacía en barca, de ahí su nombre. Construido en 1871, tiene unos veinte metros de altura y casi medio kilómetro de largo. Debido al fuerte viento que atraviesa esta pasarela, se han colocado marquesinas sobre las aceras para proteger a los viandantes.
As Correntes
Desde 2012 se puede cruzar el río también por este puente, que tardó casi 22 años en construirse. Uniendo la llamada "ronda sur" de la avenida Beiramar con el nudo norte de la autopista, pretendía descongestionar el tráfico de la ciudad. La realidad es que, actualmente, conforma una estructura muy transitada por el tráfico rodado, pero también por peatones y ciclistas.
O Burgo
El puente que da origen al nombre de Pontevedra, la pontem vetera, data de la época romana, pues forma parte de la via romana XIX. Es la salida de la ciudad del Camino Portugués de Santiago, y es una de las imágenes más representativas de la arquitectura pontevedresa.
Puente de Santiago
Conocido cuando se construyó como el Tercer puente, adoptó el nombre popular de "puente de Santiago" porque es la salida de la ciudad hacia la carretera nacional que lleva a Compostela. Se construyó en los años 80 y, con la apertura de la N-550 se convirtió en uno de los más transitados de la ciudad, liberando del tráfico al Burgo y A Barca.
Os Tirantes
Inaugurado en 1995, figura entre "Los 33 puentes más singulares de España" por su espectacular estructura. A causa de sus "tirantes", los días que hace viento en la ciudad se oye algo parecido a música, que produce el roce de las propias cuerdas sobre el puente.
Pasarela de la Illa do Covo
Uniendo el paseo fluvial con la Illa do Covo o Illa das Esculturas, se encuentra esta singular pasarela, que hace las veces de continuación de la senda peatonal hacia el campus universitario. En este espacio se unen naturaleza, arquitectura y arte (por eso "Illa das Esculturas"), en un proyecto en el que varios artistas fusionaron su obra con el paisaje.
A Palabra
Se construyó para mejorar la conexión entre la parroquia de Lérez y el barrio de Monteporreiro, y es el paso del río más al norte de toda la ciudad. Este puente, de los últimos en construirse, adopta su nombre gracias a los escolares de los centros cercanos al mismo, que propusieron que se llamase "Ponte da Palabra" en un acto de inauguración amadrinado por la escritora Fina Casalderrey.
Bonus track: Puente tirante de Calvelo
No está en el municipio de Pontevedra, sino en el vecino concello de Poio, pero este puente sobre el Lérez merece una mención especial. Situado entre la maleza, cuelga sobre el río en un lugar casi mágico, con vistas únicas y un entorno privilegiado.