Limia, el río del olvido que nace en Galicia, cruza Portugal y que tiene fiesta propia

Según la mitología griega, el río Lete era uno de los cinco que se hallaban en el reino de Hades, en el Inframundo, con el Aqueronte, el Cocito, el Flegetonte y el Estigia. Era el río del olvido: el que bebía o entraba en contacto con sus aguas, perdería la memoria por completo. De hecho, su nombre en griego, Lethes, significa "olvido".

En el mundo real, lo ubicaron en Galicia, en los confines de la tierra conocida: era el río Limia, que nace en Ourense. Autores clásicos como Tito Livio, Apiano o Plutarco lo tuvieron presente en sus obras; decían que al norte del río se encontraba el Paraíso, los "Campos Elíseos", pero a cambio, el que lo cruzaba olvidaba quién era.

En el año 137 a.C., las tropas romanas, comandadas por Décimo Junio Bruto, se encontraron con él en su conquista de la Gallaecia. Conocedores de las propiedades que la mitología otorgaba al río Limia, los soldados se negaron a cruzarlo para no perder la memoria. Bruto, que tenía encomendada la conquista de esas tierras, decidió cruzarlo para convencerles de que no era cierto.

Cuentan las crónicas que lo hizo estandarte en mano y, al llegar al otro lado, comenzó a llamar a cada uno de los soldados por su nombre, como prueba de que se mantenía con vida y sus recuerdos intactos. El general romano y su ejército desmitificaron así el río Limia. El éxito de su campaña hizo que se le concediese el apodo de "Galaico" y el autor Alpiano destaca la bravura de los pueblos a los que se enfrentaron y la actitud de sus mujeres, que manejaban las armas con la misma destreza que los hombres.

Desde Galicia hasta el Atlántico, pasando por Portugal

El río Limia es, con el Miño, el único que parte de Galicia y cruza Portugal hasta desembocar en el océano Atlántico en Viana do Castelo en un recorrido de 108 kilómetros. Nace en el monte Talariño, en el concello de Sarreaus, y atraviesa otros diez municipios ourensanos de las comarcas de la Alta y la Baixa Limia.

Actualmente, según denuncia la Sociedade Galega de Historia Natural, se encuentra en una situación de "colapso hidrológico" e incumple los caudales mínimos establecidos por la Confederación Hidrográfica de la cuenca Miño-Sil desde hace 10 años.

Así, aseguran que su estado es una "amenaza" para los espacios naturales de la zona y culpan de ello al "espectacular aumento de las explotaciones ganaderas industriales".

Festa do Esquecemento

En uno de los concellos por los que pasa en su recorrido de 41 kilómetros por Galicia es Xinzo de Limia. Allí, precisamente, la Asociación Cultural Civitas Limicorumse celebra la Festa do Esquecemento desde el año 2001, en el que representa la llegada de los romanos y el cruce de Décimo Junio Bruto.

Durante el tercer fin de semana de agosto se recrean los poblados castrexos y los campamentos romanos, las luchas entre ellos y las costumbres de la época.

Recreación del cruce del río Limia por Décimo Junio Bruto. Foto: Álvaro Pérez Vilariño Álvaro-Pérez-Vilariño

Dentro de los eventos más señalados está el encendido del fuego sagrado, que da comienzo a la fiesta; el último día se apaga como acto simbólico del final de la celebración. No falta un mercado tradicional, el Macellum, de productos galaico-romanos para sumergirse en la Edad Antigua, de la misma manera que lo permite hacer los campamentos, fieles reproducciones, y el vestuario de ambos bandos.

El domingo, último día de la celebración, es cuando se lleva a cabo la recreación del cruce del "río do Esquecemento" por las tropas romanas, la representación de las batallas con los castrexos y, finalmente, el desfile de tropas.

Por la pandemia, no se celebró en 2020, y el año pasado se programó de manera reducida, concentrando las actividades en la Alameda de O Toural y sin el tradicional cruce del rio Lethes.

Aquis Querquennis

Complejo arqueológico romano. Foto: Turismo.gal Turismo.gal_

Del paso de los romanos por Gallaecia y por la zona de Limia ha quedado también grabada en forma de restos arqueológicos, Aquis Querquennis, y las termas de Bande, a orillas del río, en la presa de As Conchas, que fue inaugurada por Franco en 1949.

Las constantes subidas y bajadas del agua hacen que gran parte del año este yacimiento arqueológico, uno de los restos romanos más importantes de Galicia, queden sumergidos. Un campamento que se levantó hacia el año 79 durante la construcción de la Vía Nova, que unía las ciudades de Bracara Augusta, la actual ciudad portuguesa de Braga, y Asturica Augusta, la actual Astorga.

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