A partir del 12 de diciembre estará prohibido subir a los trenes de Renfe portando un vehículo de movilidad personal (VMP) eléctrico o dotado de baterías, es decir, los patinetes que tanto se han popularizado estos últimos años. El motivo de la compañía es evitar situaciones de peligro relacionadas con el incendio de estos objetos, como las que se han registrado en distintas ciudades españolas.
La decisión ha levantado polémica entre los usuarios asiduos de este tipo de vehículos. La Asociación Vigo VMP, englobada dentro de la Federación Española de VMP, ha manifestado que la medida de Renfe es "discriminatoria", "arbitraria" y "claramente desmedida".
Tal y como exponen en un comunicado difundido este martes, desde la asociación consideran que la norma es "incoherente", ya que deja fuera "a otros vehículos con exactamente el mismo tipo de baterías, como bicis eléctricas y vehículos de movilidad reducida (VMR)" que, alegan, "ni siquiera tienen una regulación nacional estricta" como los VMP. Según explican, la decisión de la compañía de transporte ferroviario "cercena la libertad de movimiento de hasta 10 millones de usuarios y usuarias".
"Los casos aislados sucedidos en transporte público urbano no justifican esta medida. La prohibición no es la solución", denuncian los usuarios vigueses de los patinetes eléctricos, que suman a su queja el hecho de que durante "casi 10 años de convivencia" entre VMP y trenes de Renfe no se han producido incidencias. Por ello, defienden que los vehículos de movilidad personal son "el presente y el futuro" y esperan que la empresa estatal rectifique su medida.