El buque Ártabro, de la compañía ACSM, ha atracado este lunes en el Puerto de Vigo después de finalizar su misión de localizar e inspeccionar el pecio del Villa de Pitanxo. Había partido desde la ciudad olívica hacia aguas de Teranova el pasado 17 de mayo con el objetivo de localizar y registrar las imágenes de los restos del barco naufragado en febrero de 2022.
El Ártabro encontró el pecio del Villa de Pitanxo en un punto cercano a donde se había hundido el pesquero gallego. El buque de la compañía viguesa ACSM estaba equipado con ROV (vehículos operados remotamente) que descendieron hasta los restos y grabaron durante dos días sendas pruebas gráficas que ayudarán a reconstruir las causas del naufragio, si bien no localizaron ningún cadáver en la zona.
Ahora, con el Ártabro ya en Vigo, los peritos judiciales podrán elaborar un informe sobre lo que pudo haber pasado aquel 15 de febrero de 2022. La partida del buque Ártabro fue controversial, pues se hizo sin autorización expresa de la Audiencia Nacional y tuvo que recalar en hacer escala en San Juan de Terranova (Canadá) para recoger a otros dos peritos, uno designado por el juzgado y otro propuesto de forma conjunta por las familias de los fallecidos.
Las familias de las 21 víctimas del naufragio se encuentran "tranquilas" tras la conclusión de la misión y a la espera de que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) continúe con la investigación.
Dos versiones de lo ocurrido
Las grabaciones realizadas por los equipos del Ártabro serán claves para reconstruir los hechos; algo de vital importancia dado que hay contradicciones entre las versiones de dos de los supervivientes, el patrón, Juan Padín, y el marinero Samuel Kwesi. El tercer superviviente del naufragio fue Eduardo Rial, sobrino de Padín.
El patrón declaró que la noche del naufragio, sobre las 04:00 horas de la madrugada, se produjo una parada del motor del barco lo que dadas las condiciones meteorológicas que había en ese momento provocó la tragedia. Esta versión ha sido respaldada por su sobrino. Además, Juan Padín explicó que dio la orden de que toda la tripulación se pusiera el traje de supervivencia, subrayando que había trajes para todos.
Sin embargo, Samuel Kwesi narró que las maquinillas que recogen el aparejo dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo y provocando la escora. Por ello, le gritaron al capitán que soltara los aparejos, pero ese, según el marinero, se negó. Después, con el buque muy ladeado, se paró el motor y se incrementó la escora de babor.
Kwesi también detalló que no hubo orden expresa de que se pusieran los trajes y que le llamó la atención porque el patrón y su sobrino sí los llevaban. Sobre esto, Padín concretó que era responsabilidad de cada uno ponerse el traje de supervivencia, pero que la tripulación estaba en estado de shock.