Hoy ha continuado el juicio por el homicidio de la joven ourensana Nerea Añel, desaparecida en enero de 2020 y cuyo cadáver se halló ocho meses más tarde. Esta semana se celebra en la Audiencia Provincial de Ourense el juicio contra el que es el único acusado, el novio de la fallecida, y en el que está presente un jurado popular que dictaminará el veredicto.
Durante la sesión de este martes ha intervenido la madre de la víctima. Según ha relatado, tal y como informa Europa Press, su hija, que en el momento de los hechos tenía 26 años, había caído en el mundo de las drogas dos años antes, pero a pesar de ello mantenían un contacto estrecho. La última vez que vio a Nerea fue la noche de Reyes, cuando pasó por casa de su progenitora para cumplir una tradición familiar (recoger un calcetín lleno de golosinas) y le presentó a su novio.
Después de un mes de no saber nada de su hija, la mujer se preocupó y se presentó en la comisaría para denunciar su desaparición. En ese momento, ha explicado, la llamó un amigo de Nerea y se puso al teléfono el acusado. La Policía le pidió que activase el altavoz y, según su versión, pudieron escuchar cómo le decía "estate tranquila, tu hija está en la cárcel, vi cómo se la llevaba la Guardia Civil, te lo juro".
"Investigamos y estaba mintiendo"
La madre de Nerea ha relatado que la policía comprobó primero que no se encontraba en O Pereiro de Aguiar y, a continuación, que tampoco estaba en ningún centro penitenciario de todo el territorio nacional, ya que no tenía antecedentes penales. Ahí fue cuando comenzó la búsqueda oficial.
La mujer ya había contactado previamente con varios amigos y conocidos de su hija mediante algunos números de teléfono a través de los que ella solía contactarla. Uno ya le había dicho con anterioridad que el acusado había contado en el barrio de Covadonga que Añel se encontraba en prisión.
Varias de estas personas han declarado hoy en la Audiencia Provincial, confirmando que el encausado les dijo que la chica "había ingresado en la cárcel" e incluso alguno había escuchado que "había mantenido una comunicación vis a vis con ella, en la que además aprovechó para llevarle cien euros".
Uno de los testigos ha llegado a encararse con el acusado durante la sesión, teniendo que intervenir la policía: "Investigamos y estaba mintiendo. Se inventó unas cuantas historias. No te dan un vis a vis hasta seis meses o así".
Malos tratos
Otros testigos del entorno de la pareja en el barrio de Covadonga han ratificado que el joven contó que Nerea había sido detenida por la Guardia Civil por robar la cartera a un taxista, algo que les "extrañó" porque ella "no tenía antecedentes". Además, han manifestado que existía maltrato en la pareja.
"Vi cómo le daba una buena hostia, un bofetón en un portal de la calle", ha declarado uno de los testigos. Otro ha dicho que antes de los hechos "ya le había pegado un puñetazo y un cabezazo cuatro o cinco días antes", y otro ha reconocido que había presenciado "numerosas discusiones" y que "se pegaban mutuamente".
Declaración de las trabajadores del motel
Otra declaración que se ha podido conocer en la sesión de hoy es la de la trabajadora del motel del que salieron víctima y acusado la última vez que se les vio juntos. La versión de la defensa del procesado es que salieron del recinto por la carretera nacional y en un determinado momento tomaron caminos separados, mientras que su cliente se escondió antes de continuar dirección Ourense.
Sin embargo, la versión de la empleada del motel es contradictoria: "Les dije que iba a avisar a la Guardia Civil por ladrones y ellos empezaron a correr como desesperados por el camino que va a dar al pueblo fantasma. Los vi perfectamente hasta que se perdieron de vista. Corrían a todo meter". Al día siguiente, él volvió "solo" y "nervioso" a reclamar el dinero de la habitación. Otra trabajadora del motel que estaba el mismo turno ha declarado estar "segura" de ver aquella tarde a la pareja dirigirse "hacia el camino del monte" y no hacia la carretera.
También ha declarado una versión similar el taxista que iba a recogerlos y que finalmente no lo hizo ante el aviso de que previamente habían robado a su compañero: "Salieron corriendo por la puerta principal y giraron hacia la zona del camino", ha dicho, agregando que cuando regresaba en dirección Ourense no se los cruzó por la carretera y tampoco a ningún coche de la Guardia Civil.