¿Te has sorprendido alguna vez viendo a tu perro mover las patas mientras duerme o a tu gato emitir suaves maullidos? Esa curiosa escena no es casualidad: los perros y gatos sueñan, y sus sueños pueden estar relacionados contigo. Investigaciones recientes han desvelado fascinantes detalles sobre el universo onírico de nuestras queridas mascotas, acercándonos un poco más a comprender su mundo emocional.
El descubrimiento que cambió nuestra visión
Gracias a un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Harvard, liderado por la psicóloga evolutiva Deirdre Barrett, sabemos que los perros y gatos comparten con los humanos una fase crucial del sueño: la REM (Rapid Eye Movement). Es en este momento donde se producen los sueños más vívidos. Durante esta etapa, los cerebros de las mascotas procesan las vivencias del día, consolidan recuerdos y recrean actividades cotidianas como jugar, cazar o interactuar con sus dueños.
Para los perros, que suelen estar muy unidos emocionalmente a sus cuidadores, es habitual que en sus sueños aparezcan rostros, olores o incluso juegos compartidos con ellos. Según Barrett, «es probable que tu perro sueñe con agradarte o incluso con molestarte», lo que pone de manifiesto la profundidad de su vínculo emocional con los humanos.
Por su parte, los gatos parecen soñar con actividades relacionadas con su instinto cazador: acechar, perseguir o atrapar presas. Este comportamiento se refleja en movimientos como contracciones de patas y bigotes mientras duermen profundamente.
¿Qué nos dicen sus sueños sobre su bienestar?
El entorno en el que duermen juega un papel clave en la calidad del descanso de las mascotas. Un ambiente tranquilo y cómodo no solo favorece sueños más agradables, sino también un mejor estado emocional general. Proporcionarles una cama adecuada, lejos del ruido y las interrupciones, garantiza un descanso reparador y evita posibles pesadillas.
Los expertos también destacan que las experiencias vividas durante el día influyen directamente en el contenido de los sueños de perros y gatos. Momentos felices compartidos con sus dueños pueden traducirse en sueños positivos, mientras que situaciones estresantes podrían dar lugar a pesadillas. Por ello, es fundamental mantener rutinas saludables que incluyan ejercicio, juego y afecto para asegurar su bienestar físico y emocional.
Las diferencias entre perros grandes, pequeños y gatos
No todos los animales duermen igual. Los perros grandes tienen ciclos de sueño más prolongados (sueñan cada 60-90 minutos), mientras que los más pequeños sueñan más frecuentemente debido a una mayor actividad cerebral. Los gatos, en cambio, son animales crepusculares; descansan entre 12 y 16 horas al día, adaptándose a sus hábitos naturales de caza nocturna.
La edad también influye notablemente: mientras los cachorros necesitan dormir más para favorecer su desarrollo cerebral, los perros mayores suelen experimentar alteraciones en su ciclo sueño-vigilia debido al envejecimiento o enfermedades neurodegenerativas como el síndrome de disfunción cognitiva canina.
Más allá del sueño: ¿qué implica este hallazgo?
Saber que nuestras mascotas sueñan tiene implicaciones científicas y emocionales profundas. Este descubrimiento no solo confirma la complejidad del mundo interior de los animales, sino también refuerza la importancia de nuestras interacciones diarias con ellos. Cada paseo, juego o caricia no solo mejora su calidad de vida despiertos, sino también dormidos.
Además, entender cómo sueñan nos permite adaptar mejor su entorno a sus necesidades. Por ejemplo: si tu perro gruñe o ladra mientras duerme profundamente, podría estar teniendo una pesadilla; en estos casos se recomienda llamarlo suavemente por su nombre para evitar sobresaltos bruscos.
Curiosidades sobre el sueño animal
- Los cachorros sueñan más porque están en pleno desarrollo cerebral.
- Los elefantes tienen sueños largos debido a su ciclo REM más prolongado.
- Los reptiles no tienen sueños porque carecen de fases REM/no REM como mamíferos.
- Algunas razas como el pointer recrean posturas específicas (como señalar) mientras duermen.
¿Quién iba a decir que nuestros amigos peludos tienen una vida onírica tan rica? La próxima vez que veas a tu mascota soñando plácidamente, quizá esté reviviendo ese paseo especial contigo o esa tarde llena de juegos en el parque. ¡Un motivo más para cuidar cada momento compartido!