El 'balconing' es una de las prácticas más extrañas y más repetidas cada verano. Decenas de turistas, generalmente británicos, que se juegan la vida con un único propósito: lanzarse desde la terraza de sus apartamentos o habitaciones de hotel para bañarse directamente en la piscina que hay justo debajo.
Una práctica absurda, pero que se ha puesto de moda en los últimos años y que cada verano deja alguna víctima mortal. Turistas que en lugar de acudir a nuestro país, a zonas como Ibiza o Mallorca, para disfrutar de unas vacaciones tranquilas, se dedican a tirarse de un balcón a otro poniendo en riesgo su vida.
En muchas ocasiones, este 'balconing' está influenciado por la ingesta de alcohol y drogas, los cuales parecen hacer creer a los protagonistas de estas historias que tienen unos poderes que realmente no tienen. Mientras ellos se ven capaces de volar y de ser clavadistas profesionales, en realidad tienen más que alteradas sus capacidades físicas y mentales, dando lugar a desgracias como la que se ha producido esta semana en Ibiza.
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Un ciudadano británico de 35 años ha muerto después de lanzarse desde el balcón de su apartamento cuando intentaba caer en la piscina del complejo de pisos en el que pasaba unos días de vacaciones en Ibiza. A pesar de que el agua se encontraba a solo 30 pies de su terraza, su defectuoso salto le ha terminado costando la vida.
El suceso se produjo a altas horas de la madrugada después de que el turista británico se encontrara bajo los efectos de las drogas. Una noche de fiesta en la localidad ibicenca que terminó de la peor manera posible. La Policía se encuentra investigando lo sucedido para aportar mayor información al caso a la par que recuerda, una vez más, que el 'balconing' termina costando vidas.
¿Cómo se produjo la muerte del turista británico en Ibiza?
Ibiza vuelve a ser protagonista por un trágico suceso: la muerte de un turista británico de 35 años tras sumarse a la censurable práctica del 'balconing'. El suceso se produjo en la madrugada de este martes. Concretamente, alrededor de las 03:20 horas de la madrugada, momento en el que la Policía y los servicios de emergencia recibieron el aviso tras la desgracia.
La muerte de este turista británico se produjo en el número 7 de la calle Molí, en una zona muy cercana al complejo de fiestas de Sant Antoni. El joven se lanzó desde un segundo piso intentando llegar a la piscina que se encontraba a unos 30 pies de su terraza. Sin embargo, fracasó de manera estrepitosa en el intento. Cuando los operativos de salvamento llegaron hasta el lugar de los hechos, el hombre ya estaba muerto.
El piso en el que se alojaba junto a otros compañeros y amigos se encontraba justo encima de un supermercado británico y frente al famoso O Beach Club, una discoteca muy popular entre las celebrities británicas y que es propiedad del hermano del exfutbolista Gary Lineker.
Aunque todavía no se disponen los resultados de la autopsia del joven, todo hace indicar que la muerte de este turista británico está directamente relacionada con el consumo de estupefacientes. En sus registros, la Policía encontró drogas en el apartamento del hombre. Esta muerte ha supuesto la segunda en tan solo dos semanas en la isla de Ibiza, donde parece haber comenzado de manera fuerte la temporada de 'balconing'.
¿Era la primera vez que intentaba hacer 'balconing'?
Lo más llamativo de esta historia, por encima de la ya de por sí trágica muerte, es que no era la primera vez que este ciudadano británico tenía problemas por la práctica del 'balconing', una disciplina que muchos empiezan a considerar que se trata casi de un pseudodeporte.
Hace cinco años, concretamente en 2018, este ciudadano inglés que ahora ha fallecido ya salvó la vida de milagro al tirarse desde el balcón de su apartamento para intentar caer en la piscina. Lo más curioso de todo es que se lanzó desde la misma terraza que lo ha hecho ahora, desde el segundo piso del complejo de apartamentos en el que estaba pasando unos días en Ibiza junto a la zona de fiestas de Sant Antoni.
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En aquella ocasión tuvo más suerte, ya que consiguió salvar la vida de milagro. Rozó la muerte al quedar empalado en el poste de una sombrilla. Tuvo que ser rescatado por la Policía y por los bomberos en unas condiciones de extrema gravedad. Con tiempo, consiguió recuperarse y salir hacia delante para intentar tener una vida normal. Sin embargo, ha vuelto a tropezar una segunda vez con la misma piedra, perdiendo la vida en su intento por darse un baño muy poco recomendable.
Los expertos siguen alertando sobre la gravedad de este problema. Los estudios realizados en los últimos años indican que la media de personas que fallecen víctimas del 'balconing' suelen ser ciudadanos británicos de unos 24 años que consumen alcohol en un 95% y que toman drogas en un 37%.