La profesión de Policía Nacional obliga a veces a tomar decisiones en décimas de segundo para salvar vidas. Eso es lo que tuvieron que hacer los cuatro agentes que componen los 'zetas' Águila 0 y Molina 1: decidieron que tenían que meterse dentro de un chalé, donde se había declarado un incendio, para convertirse en unos bomberos improvisados que debían sofocar el fuego y rescatar a dos ancianas.
Todo ocurrió este sábado, a las ocho de la tarde, en la localidad murciana de Molina de Segura, cuando la sala del 091 movilizó a las patrullas de Seguridad Ciudadana Águila 0 y Molina 1, por un incendio en una vivienda de la Urbanización El Pino. "Al llegar, salía mucho humo del chalé, y cuando nos disponíamos a saltar la valla, llegó un familiar con su coche: era una mujer que nos dijo que dentro había personas de avanzada edad", tal y como relata el subinspector Alejandro.
"Nos dividimos en dos binomios porque apenas había visibilidad en el chalé". Dos agentes peinaron el ala derecha de la vivienda y otros dos el ala izquierda. "Entramos corriendo, tapándonos la boca con la mano para no tragar humo porque no había tiempo que perder". De hecho, las dos ancianas presentaban una movilidad reducida. Una de ellas, de 83 años, era la madre de la mujer que había llegado con su coche hasta el chalé, y la otra, de 91 años, era su tía. "Su familiar estaba muy preocupada por su estado de salud".
Una de las ancianas estaba en la puerta de la cocina, agachada, mientras que la otra se había refugiado en el cuarto de baño. "Las pobres estaban totalmente desorientadas, paralizadas y una de ellas tenía varias quemaduras en la mano: la exposición al humo las podría haber matado por su avanzada edad. El foco de las llamas estaba en la cocina".
"Tuvimos suerte de localizarlas porque había poca visibilidad, parece ser que prendió una sartén y las llamas hicieron combustión con el aceite acumulado en la campana extractora", según precisa el subinspector Alejandro, destinado en la unidad de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Policía Nacional en Molina de Segura.
"Cada binomio se ocupó de sacar en peso a una de las mujeres, después volvimos a entrar para verificar que no había más víctimas dentro y rescatamos a dos perros en otra estancia", según remarca el mando policial. "Finalmente, sofocamos el incendio con los extintores que llevábamos en el 'zeta' y ventilamos toda la vivienda".
La Jefatura de Murcia ya ha felicitado a los cuatro policías nacionales por el meritorio servicio que prestaron. Uno más para el subinspector Alejandro que ingresó "por vocación" en el Cuerpo en 2002.
"Cuando realizas intervenciones como esta sabes porqué te hiciste policía: te sientes orgulloso, reflexiona este mando policial que ha pasado por la unidad de Policía Científica, Extranjería y que desde hace un año está destinado en Seguridad Ciudadana. "En los 'zetas' hacemos muchísimas intervenciones difíciles". No habla en vano, ya que hace dos meses, el subinspector y otros tres agentes arrestaron a un hombre que atracó a una mujer en un salón de juego, tras colocarle unas tijeras en el cuello.
"Era una persona muy agresiva y le tuvimos que reducir". Fue solo un servicio más de Seguridad Ciudadana, como el de este sábado, cuando no dudaron un segundo en meterse en un chalé en el que se había declarado un incendio para rescatar a dos ancianas y a dos perros.