Una mujer británica de 67 años murió el pasado sábado desangrada tras el feroz ataque de un pitbull que acababa de recoger de la calle. Sufrió el ataque el viernes previo, 24 de febrero, en la localidad valenciana de Macastre. El ejemplar abandonado carecía de chip identificativo.
La víctima perdió muchísima sangre y entró en estado de shock tras sufrir el ataque del animal, que le destrozó los brazos y le causó también importantes heridas en la cabeza, tal y como avanzó el diario Las Provincias y confirmaron a EL ESPAÑOL fuentes sanitarias y de la Guardia Civil.
Los sanitarios que acudieron al lugar se encontraron con el perro aún presente. Al parecer, según han apuntado fuentes del caso, no pudieron intervenir hasta que llegaron efectivos de la Benemérita, que tuvieron que abatir a tiros al perro.
[Adrián Conde, el gran influencer de mascotas con Belarra: apoya el curso para los dueños de perros]
"Tras recibir el aviso, la patrulla acudió con la máxima diligencia al lugar, que, al tratarse de un diseminado, dificultó el acceso. Para que los servicios de emergencias pudieran socorrer a la mujer, se hizo uso del arma de fuego reglamentaria, abatiendo al animal", precisó el cuerpo policial.
Los agentes de la Guardia Civil y los servicios médicos lograron estabilizarla para poder proceder a su traslado al centro médico más cercano, pero su intervención no fue suficiente para salvarle la vida, y el 25 de febrero falleció la mujer fruto de las importantes heridas.
El suceso de Macastre aviva la polémica de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, impulsada por Podemos y ya aprobada en el Congreso de los Diputados, a la espera de su paso por el Senado.
Razas peligrosas
La intención inicial de la formación morada era acabar con el Régimen Jurídico de Tenencia de Animales potencialmente peligrosos -todavía vigente-. Tal circunstancia habría dejado sin efecto la actual catalogación de razas de perro peligrosas: pitbull terrier, staffordshire bull terrier, american staffodshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu o akita inu.
El objetivo primigenio era analizar cada perro para tildarlo -o no- de peligroso, sin importar su raza. Sin embargo, una enmienda presentada por EH-Bildu -que era idéntica a una del PP que había sido rechazada previamente- fue finalmente respaldada por Podemos, ERC y los populares. Y esta enmienda dejó como estaba esta categorización en función de la raza.
Tanto fue así que la portavoz de Agricultura del PP, Milagros Marcos, celebró que "finalmente se haya logrado mantener en vez de eliminar el Régimen Jurídico de Tenencia de Animales potencialmente peligrosos que clasifica las distintas razas y que fue aprobado en 1999 por otro gobierno popular".