El hombre de 84 años detenido por matar ayer a su esposa, de 81, en la casa en la que ambos vivían en el madrileño distrito de Moratalaz ha asegurado a los agentes que la mató de varios martillazos en la cabeza "por celos", han informado a Europa Press fuentes policiales. “No estoy arrepentido, se merecía esto y mucho más”, llegó a decir.
La agresión se produjo este martes pasados unos minutos de las 20 horas, cuando el 112 recibió el aviso vecinal de que una mujer estaba pidiendo auxilio desde la ventana de su domicilio al grito de "me va a matar, me va a matar", trasladándose inmediatamente una patrulla de la Policía Nacional hasta el lugar, ubicado en la calle Montpellier, número 1.
A su llegada, los sanitarios atendieron y estabilizaron a la mujer, que presentaba un traumatismo craneoencefálico grave. Fue intubada y trasladada en estado grave al Hospital Doce de Octubre, indicó a Europa Press una portavoz de Emergencias Madrid. Allí ha fallecido esta noche debido a su edad y la gravedad de las heridas.
Por su parte, Policía Nacional detuvo al supuesto homicida quien abrió la puerta de la casa a los agentes y reconoció lo ocurrido, llegando a asegurar que lo hizo por "celos" porque sospechaba que su esposa "se veía y hablaba con otros hombres del barrio".
Según los vecinos, esto no era así. Y aseguran que habían escuchado discusiones previas de la pareja, por lo que su relación no estaría pasando actualmente por buen momento. El asesino confeso salió esposado tranquilo y sin mostrar arrepentimiento de lo ocurrido. Pronto pasará a disposición judicial.
Ambos son españoles y estaban casados, con un hijo en común, y llevaban viviendo en ese piso desde hace más de 40 años. Por tanto, se trataría de un nuevo caso de violencia de género, el sexto en la Comunidad de Madrid en lo que va de año y el número 20 en toda España. En principio no había denuncias previas de la mujer contra él ni órdenes de alejamiento.