El pasado lunes 13 de enero, una madre acabó con la vida de su hijo tetrapléjico en Ourense. Lo hizo con metadona. Después, se quitó la vida. La mujer, de 66 años, fue a ver a su hijo -como hacía normalmente- a la residencia de las Barrocas, donde él estaba interno -había sufrido un accidente de tráfico hace años-. Allí le suministró el fármaco. Cuando la madre se marchó, el personal del centro detectó que el hombre, de 45 años, respiraba de forma anormal y presentaba insuficiencia respiratoria. Desde la residencia, los trasladaron al Hospital de Ourense, donde murió al día siguiente. La autopsia detectó la metadona en sangre.
El lunes, la mujer se quitó la vida con un cóctel mortal: pastillas y heroína. Lo hizo en su domicilio, donde dejó una nota de despedida. Ambos fallecieron el mismo día. El hermano del joven muerto era consumidor y echó en falta la heroína. El caso lo asumió la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la comisaría de As Burgas. Ahora, la investigación se centra en dilucidar cómo y por qué ocurrieron los hechos. Aun así, el suceso no tendrá más recorrido en la vía judicial, porque la responsabilidad penal se extingue con el fallecimiento del autor. Además, fuentes del caso no descartan un homicidio por pena o compasión.
El pasado mes de agosto, una madre y un hijo se tiraron desde una pasarela en Ourense después de acudir a servicios sociales y Policía Local. Ambos, de 70 y 27 años, se precipitaron sobre la N-120 y residían en Barcelona. En Ourense viven parientes del padre y marido, quienes les recomendaron que regresaran a casa. Finalmente, se alojaron en un hostal. Durante su paso por Ourense, acudieron a la Policía Local y afirmaron tener problemas con su padre y marido. Los agentes les invitaron a denunciar, pero ellos declinaron esa posibilidad.
Además, el Ayuntamiento les ofreció una estancia en el hogar del transeúnte, el albergue municipal, pero tampoco quisieron. La Policía Nacional finalizó la investigación con la hipótesis de que fue un doble suicidio. Los agentes no han podido verificar si constaba algún tipo de situación violenta en el hogar porque la Policía española no tiene acceso a la base de datos de los Mossos.