A Miguel Ángel López lo llamaban Terremoto, un mote que se había quedado en Terre. Así lo conocían todos en el pueblo en el que creció, Medina del Campo (Valladolid), y donde el miércoles por la noche acuchilló a la pareja de su mujer, minutos después de que supiera que mantenían una relación.
Cuando Terre (41 años) salió de trabajar en una fábrica de la zona, vio a su mujer, Pilar, montada en el coche de un desconocido. Los dos formaban ya parte de un matrimonio roto, apenas hacían vida en común. Aún convivían bajo el mismo techo, pero entraban y salían de casa, en Pozaldez (Valladolid), sin coincidir en horarios. Tampoco se les veía nunca juntos.
La persona que acompañaba a Pilar sobre las diez de la noche de este miércoles era J., un compañero del trabajo con el que mantenía una relación sentimental. Pilar, de casi 40 años, se dirigía en ese momento a recoger a casa de los padres de Terre al hijo que tenían en común. Pero el marido telefoneó rápido a su madre, la abuela del menor, para evitar que el crio se fuese antes de que él llegase a la casa. El niño, de nueve años, padece autismo y estaba dentro del domicilio de sus abuelos cuando se produjo la agresión.
Un cuchillo de la cocina
Cuando Terre llegó a casa de sus padres -en la calle del Pozo- Pilar ya estaba allí con su nueva pareja, J.M.G.G, (26 años). El todavía matrimonio empezó a discutir por la custodia del niño cuando intervino J. para que el chico se fuera con su madre. Terre se negó. La discusión subió tanto de tono que el padre del niño cogió un cuchillo de la cocina de casa de sus padres y se lo clavó a J. en el abdomen. Así lo ha contado a EL ESPAÑOL un amigo íntimo de los padres de Terre, presentes durante la agresión.
Pilar y J. se fueron corriendo de la casa y entraron en el bar de enfrente de la vivienda. Asustados, gritaban que había un loco que les quería matar y que tenía un cuchillo. Los responsables del establecimiento metieron a toda la clientela, niños incluidos, al fondo del local y lo cerraron a cal y canto. J. no paraba de sangrar y llamaron al 112 y a la Policía.
“Inmediatamente después de ver lo que había hecho, Terre se asustó y bajó corriendo a la calle, quería ver qué había pasado, no se lo creía, se le había ido la cabeza, él no era así. Gritaba ‘qué he hecho’ y preguntaba qué le había pasado al hombre”, cuenta el amigo de la familia. “Estaba arrepentido y cuando llegó la Policía se entregó inmediatamente”. J. estaba gravemente herido y lo trasladaron al Hospital Comarcal de Medina del Campo, donde el jueves por la mañana falleció a causa del apuñalamiento.
El vocalista de Kain
Desde entonces, el agresor, Miguel Ángel López, está detenido. Sus amigos y familiares no comprenden cómo ha llegado hasta tal punto. Según han descrito a este periódico personas de su entorno, nunca ha sido una persona violenta. Trabajaba desde hacía varios años como tornero fresador en una fábrica de tuberías de la zona y era muy conocido por formar parte de Kain, una banda de música heavy, a la que pertenecía hace años.
Terre es muy conocido en ambientes metals por haber tocado primero como bajista en el grupo y después por haberse hecho el vocalista principal. Con Kain Terre ha estado de gira por varios lugares de España, como Madrid, Málaga o Palencia. La música heavy es su mayor pasión, una afición que comparte con Pilar, quien trabaja en un pueblo cercano en una fábrica. La pareja lleva casada más de 15 años y pese a las complicaciones por las que ha pasado el matrimonio, no siempre fue así.
Entre ellos no constaba ningún antecedente judicial previo ni por maltrato ni policial del detenido ni de su pareja. Aunque el matrimonio había comenzado trámites de separación, no lo habían formalizado de ningún modo, algo que según sus familiares habría evitado la situación: “Ellos no tendrían que haber discutido por la custodia del niño, eso lo tendría que haber discutido un abogado. Terre le tenía que haber dejado que la madre se llevase al crío y después que un juez decidiera quien tenía razón”.
Según cuentan a este periódico amigos de la pareja, son los padres de Terre quienes habitualmente se hacen cargo del niño. “Está con ello siempre, lo han criado ellos. Son prácticamente unos esclavos, son los abuelos quienes lo llevan al médico y están siempre pendientes”. El hijo de Pilar y Terre solía acudir a la Asociación de la Discapacidad del municipio para hacer actividades con otros niños y mejorar sus habilidades comunicativas y la interacción social. Las atenciones que requería el hijo de ambos era un problema en la pareja.
¿Violencia de género?
La actuación de Terre contra la nueva pareja de su todavía mujer, la brutalidad y determinación con la que lo apuñaló ha levantado dudas sobre si este es o no un caso de violencia de género. La violencia con la que actuó es típica de un cuadro de celos y pensamiento de posesión hacia Pilar. De hecho, según cuentan a este periódico personas de su círculo más cercano, Terre actuó así porque no quería que J. se llevase a su hijo después de que se hubiese "llevado" a su mujer.
Para Silvia Clavería, socióloga experta en género, sí se corresponde con un caso de violencia de género porque “ese acto de violencia va dirigido a dañar o hacer sufrir física o psicológicamente a la mujer, sólo por el simple hecho de serlo”. Para la especialista no sólo se deben recoger en la violencia machista los casos de violencia hacia la pareja o la expareja “sino todas aquellas que tienen el objetivo de hacer daño a la mujer”. Según Clavería el problema para encajar el suceso como violencia machista es que en este caso el asesinado es un hombre, pero según explica “la sociedad civil defiende que si se mata a la amiga de la mujer maltratada (como el caso que pasó hace poco) también se considere violencia de género”.
Sin embargo, para la abogada Ruth Sala afirma que “en principio el concepto violencia de género es un concepto jurídico que significa violencia del hombre sobre la mujer. A la inversa es violencia doméstica o, en este caso, homicidio o asesinato si coincidieran las características de ensañamiento y alevosía o ensañamiento”. La psicóloga Lidia Mendieta tampoco cree que este caso se pueda encuadrar dentro de la violencia machista: “Yo lo llamaría violencia sin más, fue un acto violento, no enmarcado en un escenario de violencia de género, ni machista, ese tipo de violencia se reserva a la que se da del hombre sobre la mujer”.
En Medina del Campo, un municipio de 20.774 habitantes, no acaban de entender lo que ha pasado. Lo que creían una reyerta de bar ha acabado con un asesinato. La pareja, que residía en el pueblo colindante, era conocida por todos. Miguel Ángel, Terremoto, mató al amante de Pilar. Aunque para muchos vecinos es ella la que tuvo la culpa: “Se tenía que haber separado”. “Ya le vale, no se puede estar casada y liarse con otro”. “Menuda fresca”.