Ignacio es un nombre masculino que significa 'hombre que nació del fuego' y tiene origen latino. Hoy 88.857 hombres en España celebran su santo gracias a San Ignacio de Loyola.
Ignacio de Loyola fue un militar y religioso español. Surgió como líder religioso durante la Contrarreforma. Se caracterizó por la obediencia absoluta al papa y fundó la Compañía de Jesús, de la que fue el primer general. Esta compañía llegó a contar con más de mil miembros en más de cien casas -en su mayoría colegios y casas de formación- repartidas en doce provincias al momento de su muerte.
El metodista Jesse Lyman Hurlbut consideró a Ignacio de Loyola como una de las personalidades más notables e influyentes del siglo XVI, mientras que la Iglesia católica lo canonizó en 1622. Siglos más tarde, Pío XI lo declaró patrono de los ejercicios espirituales en 1922.
Íñigo López de Loyola inició su carrera como hombre de armas. Formó parte de las tropas oñacinas del reino de Castilla y, en mayo de 1521, a los treinta años de edad cayó herido en la Batalla de Pamplona. Por entonces defendía la ciudad de las tropas navarras de Enrique II de Navarra.
Este hecho sería determinante para él. El tiempo que estuvo convaleciente le llevaría a profundizar en la fe católica y a la imitación de los santos. Propuso entonces peregrinar a Jerusalén, para lo cual necesitaba llegar antes a Roma. Pararía en Montserrat y Manresa, donde comenzó a desarrollar sus Ejercicios espirituales a base de su espiritualidad.
A su vuelta de Tierra Santa, comenzó sus estudios. Se dedicó a la predicación, basándose en el método de sus Ejercicios y sus actividades le hicieron sospechoso de heterodoxo. Incluso llegó a ser procesado en distintas ocasiones. Tras ver cerradas las puertas a la predicación, decidió continuar sus estudios en París, donde cursó filosofía. Entre otros, tuvo por compañeros a Pedro Fabro y Francisco Javier.
Pronunció un voto de pobreza junto a sus compañeros. Iniciaron la Compañía de Jesús y decidieron peregrinar a Jerusalén. La empresa acabó por imposible y finalmente optaron por ponerse a disposición del papa. Se dedicó a impartir sus Ejercicios, pero pronto sufrió las críticas de personalidades influyentes que difundieron rumores en su contra, acusándolo de ser un fugitivo de la Inquisición. Ignacio quiso que se abriese un proceso formal para así ser declarado públicamente inocente, para impedir que las acusaciones prosperasen y acabasen impidiendo su actividad.
Después de esto se procedió a designar al primer general de la Compañía de Jesús, resultando Ignacio elegido por sus compañeros, por unanimidad. Sin embargo, rechazó la designación y pidió que la votación se repitiese tras madurarlo más profundamente. Volvió a ser elegido en segunda votación. Tras reflexionar y confesar sus pecados, finalmente, aceptó.
Estuvo quince años al frente de la Compañía de Jesús como General, permaneciendo en Roma. Murió el 31 de julio de 1556 y su cuerpo, que fue inicialmente sepultado en la iglesia de Santa Maria della Strada, fue trasladado a la iglesia del Gesù, sede la Compañía. El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622 junto con Francisco Javier, Felipe Neri, Teresa de Jesús e Isidro Labrador.
Este y otros santos son celebrados durante el 31 de julio:
Santa Elena de Suecia
San Tertulino de Roma
San Fabio de Mauritania
San Calimero de Milán
San Germán de Auxerre
San Justino de Iacobis
Santos Pedro Doàn Côn Quý y Manuel Phung