Las principales diferencias entre una caldera de gas y una bomba de calor: ¿qué sistema es mejor?
Las bombas de calor son la nueva alternativa a las calderas tradicionales, tal y como propone la Unión Europea. Sin embargo, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas en cuanto a eficiencia, consumo y ahorro en la factura?
22 septiembre, 2023 12:09Según la nueva Directiva de Eficiencia Energética publicada el pasado miércoles 20 de septiembre, y que entrará en vigor en 20 días, ahora toca instalar bombas de calor si se quiere obtener certificados para las viviendas, de tal forma que se terminará con las calderas de gas.
La propuesta por la que se busca cambiar las calderas de gas por bombas de calor pasa por distintas ventajas y beneficios que estos sistemas poseen. Entre ellos, la Agencia Internacional de la Energía asegura que la bomba de calor puede ahorrar casi 900 euros en la factura de la calefacción.
En consecuencia, esta reforma obligará a los Estados miembros de la Unión Europea a que eliminen progresivamente las calderas de gas y diésel para 2035 y que pongan fin a las subvenciones a los calentadores que usen esta tecnología a partir de 2024. De esta forma, te contamos cuáles son las ventajas de las bombas de calor.
Las diferencias entre las bombas de calor y las calderas de gas
En primer lugar, hay que tener en cuenta que tanto las bombas de calor como las calderas de gas ofrecen calefacción y agua caliente sanitaria. Sin embargo, son evidentes sus diferencias, sobre todo, en cuanto a eficiencia y también en lo que respecta al coste de su instalación.
Las ventajas de una caldera de gas
Las calderas de gas contienen un sistema que se basa en el aprovechamiento del calor generado a través de la combustión. Se trata de un sistema de calefacción que no resulta demasiado eficiente para el medioambiente, si bien es cierto que que tiene una ventaja clara: es un sistema económico.
- Es un sistema rápido. La caldera es el método más rápido en lo que se refiere a calentar el agua.
- Es fiable. Se trata de un sistema seguro y fiable, si bien es cierto que se considera que las bombas de calor lo son aún más.
- Ocupa poco espacio y es un sistema barato en cuanto a su instalación. Si bien es cierto que las bombas de calor también son sencillas de colocar.
- Sistema económico. En general se trata de un sistema económico en cuanto a su instalación y funcionamiento.
Las ventajas de una bomba de calor
Hay que tener en cuenta que las bombas de calor están revolucionando la calefacción doméstica en todo el mundo. Estas máquinas que pueden ser alimentadas con electricidad renovable, y por tanto, ser 100% limpias, también lo hacen con un nivel de eficiencia tres veces mayor que el de una caldera de gas. En general, estas son sus ventajas:
- Son sistemas respetuosos con el medioambiente. Esto tiene que ver con que solo utilizan energía renovable. El sistema de aerotermia que usan las bombas de calor son mucho menos contaminantes que las calderas de gas.
- Bajos costes en la factura. La Agencia Internacional de la Energía asegura que la bomba de calor puede ahorrar casi 900 eurosen la factura de la calefacción.
- Poco mantenimiento. La bomba de calor es mucho más sencilla de colocar, mientras que la caldera requiere un sistema mucho más cuidadoso.
- Modulación mucho más amplia. La propia máquina calcula el saldo térmico que es necesario, mientras que una caldera de gas tiene unos rangos limitados, que suelen ser de 1 a 5, de 1 a 3 o de 1 a 8.
Con respecto a las desventajas que suponen las bomba de calor, hay que señalar las siguientes: por un lado, la contaminación acústica que produce, en tanto que los ventiladores y las baterías integrados que lo hacen funcionar producen ruido; por otro lado, los costes de la instalación.
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De hecho, según recoge un informe de la Regulatory Assistance Projec, las bombas de calor son una opción menos competitiva (económicamente hablando) que los sistemas de calefacción con combustibles fósiles por sus costes, su instalación y disponibilidad.
Concretamente, según los informes, poner una bomba de calor en una vivienda tiene un precio que oscila entre los 2.000 y los 6.000 euros, dependiendo de la empresa. Sin embargo, poner una caldera de gas tiene un precio que varía entre los 1.000 y los 2.000 euros.