La fabada es un plato delicioso típico de la gastronomía asturiana y española. De entre todas las recetas posibles, en un restaurante con estrella Michelin de Asturias encontramos una de las mejores fabadas de la región.

Se trata de un restaurante situado en Prendes, una pequeña parroquia asturiana del concejo de Carreño, a una distancia de 33,2 kilómetros de Oviedo (media hora en coche) y a 13,3 kilómetros de Gijón (en torno a 15 minutos).

El mejor restaurante para comer una fabada

Casa Gerardo es un restaurante que tiene una estrella Michelin y tres Soles en la Guía Repsol. En consecuencia, es uno de los restaurantes más prestigiosos de la región y aquel en que se puede disfrutar de una de las mejores fabadas:

Según la Guía Michelin: "Hablar de 'prestigio' supone fijarnos en negocios como este, que vio la luz en 1882 y ha encadenado hasta cinco generaciones de la misma familia defendiendo la autenticidad de la cocina asturiana."

"Las riendas de la casa las lleva el chef Marcos Morán en tándem con su padre, Pedro, con quien ha alcanzado una simbiosis que repercute en el idóneo equilibrio entre vanguardia y tradición."

"Encontrará una carta de tinte moderno, donde hay un apartado dedicado a los platos de cuchara, así como dos apetecibles menús degustación en los que brillan la imprescindible Fabada de Prendes y la famosa Crema de arroz con leche requemada."

"¿Curiosidades? El arraigo a esta tierra no ha limitado a Marcos Morán en su crecimiento, por eso también gestiona restaurantes de esencia hispana en Londres y Bruselas."

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La carta de Casa Gerardo está disponible también en su página web y es la siguiente:

Entradas:

  • Bocadillos crujientes de quesos asturianos.
  • Anchoa Hazas Edición limitada (4 ud.).
  • Jamón Joselito.
  • Salpicón de bugre (bogavante del Cantábrico) con vinagreta de Geles.
  • Ensaladilla con bugre.
  • Croquetas del compango de la fabada.
  • Croquetas de jamón ibérico.
  • Plato de aperitivos de la casa (pensado para ser tomado de forma individual).

Platos:

  • Bugre frito con su caldereta especiada.
  • Cocochas y tacos de merluza confitados con su pilpil.
  • Fabes con almejas.
  • Callos asturianos.
  • Fabada de Prendes.
  • Albóndigas de gochu asturcelta con cremoso de tubérculos.
  • Pitu de caleya al estilo tradicional.
  • Corte de solomillo de ternera asturiana.
  • Cochinillo confitado y rustido.

Postres:

  • Crema de arroz con leche requemada de Prendes.
  • Torrija de pan caramelizada.
  • Nuestra tarta de almendra.
  • Cítricos. Bizcocho de Limoncello Villa Masa, Espuma cítrica y gel de bergamota con helado de lemon curd.
  • Postre de chocolate.

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Casa Gerado cuenta de un menú especial llamado "MENÚ 1882", que es, tal y como indican ellos mismos en su página web: "La mejor manera de conocer nuestra cocina de ayer, hoy y mañana. El menú siempre incluye una degustación de nuestros platos más emblemáticos: la fabada y la crema de arroz con leche. Es una selección de elaboraciones de distintos tamaños donde cada día servimos lo mejor que nos da huerta, mar y tierra". Y tiene un precio de 140 euros.

También indican lo siguiente: "Nos complace sugerirles acompañar cualquiera de nuestros menús con la mayor expresión de los mejores vinos de la Maison más icónica del mundo."

También disponien del Menú Clásico "compuesto de un entrante, pescado, fabada de Prendes y crema de arroz con leche" por 72 euros.

La historia de la fabada

Como ya sabemos, la fabada asturiana, o simplemente fabada es uno de los platos más tradicionales de la cocina asturiana (junto con el cachopo) y se elabora con faba asturiana (en asturiano, fabes), embutidos como chorizo y la morcilla asturiana, y con cerdo. Y como ya decíamos anteriormente, es un plato perfecto para ahora que llega el frío. De hecho, se le considera un plato invernal en tanto que tiene un volumen alto en calorías y grasa. Muy importante que se sirva caliente y que se tome mediodía para el almuerzo.

En cuanto a su historia, probablemente la fabada debió consumirse en Asturias desde el siglo XVI, si bien es cierto que no se encuentran referencias escritas de ella hasta el siglo XIX. Sin embargo, por su composición, seguro que fue un plato elaborado por los ganaderos y agricultores que aprovechaban los alimentos de sus propias producciones.