Sus más de 30 años de experiencia en el sector educativo le han llevado a tener una visión formada y “desde arriba” sobre la situación actual que atraviesa la investigación y la Educación Superior en nuestro país. Ahora, el ex viceconsejero de Universidades, Ciencia e Innovación de la Comunidad de Madrid Alfonso González Hermoso de Mendoza lanza su nuevo proyecto bajo el nombre ‘Espacios de diálogo en Educación Superior’. Al acto de presentación, celebrado este jueves, acudieron la presidenta de Institución Educativa SEK, Nieves Segovia, el presidente de Auren Consultores y de la Fundación Personas y Empresa, Javier Cantera, y el Ceo y co-fundador de Tem Labs, Félix Lozano.
'Espacios de Educación Superior' surge como una plataforma para despertar en las personas el deseo de aprender. En ella, expertos del mundo de la educación, tanto rectores de universidades públicas y privadas, como investigadores, periodistas, politólogos o estudiantes, firman algunos de los artículos publicados. Los boletines publicados en la plataforma desde el pasado mes de abril abordan temáticas muy variadas, desde la comunicación en la universidad, hasta las nuevas posibilidades de la digitalización en los espacios de aprendizaje, pasando por los límites a la libertad universitaria o las nuevas fronteras de la ciencia abierta.
La presentación, además de para exponer en sociedad esta nueva iniciativa, sirvió para dialogar sobre el nuevo papel que jugará la universidad en una sociedad marcada por la constante transformación. EL ESPAÑOL ha tenido la oportunidad de hablar con Alfonso González Hermoso de Mendoza, quien ha definido su nueva iniciativa como una herramienta para facilitar el día a día a aquellas personas que quieran aprender y decidir sobre su futuro.
“En este espacio que queremos crear, cualquier persona podrá aprender dónde, cómo, cuándo y con quién aprender. Es un espacio de meta-aprendizaje, no porque allí vayas a realizar un aprendizaje final, sino por ser un espacio que puede servir como referente”, explica.
Tal y como él mismo cuenta, la idea surge de la falta de referentes españoles en torno a la Educación Superior. “Todos los referentes que hay proceden del mundo anglosajón. Todos los sistemas de comunicación, de noticias o de opinión son tres o cuatro espacios digitales que son británicos y norteamericanos, que son los mismos que luego elaboran los rankings y hacen una labor de posicionamiento de las universidades anglosajonas de los grandes países”, añade.
Por ello, asegura, surge la necesidad de construir una comunidad que comparta información y valores en torno a la educación en español. “Existen espacios en el ámbito anglosajón muy potentes y en español no existen esos espacios que vertebran o unan a todas las personas relacionadas con la Educación Superior”.
Al ser preguntado por los problemas que sufren las universidades en la actualidad, Alfonso se muestra claro y conciso, refiriéndose a ellos como “problemas estructurales” que pasan por definir cuál es la función de la universidad en la actual sociedad del aprendizaje. “Sobre esos problemas estructurales, hay que definir qué quiere ser la universidad y aportar todas las decisiones organizativas”, expone.
— ¿Cómo valora el nuevo sistema de Selectividad que se plantea?
— A priori, es una nueva mejora sobre lo que hay actualmente, pero no se enfrenta al verdadero problema que es buscar una equidad real en el acceso a la universidad. Va a suponer una adaptación a lo que es la Educación Secundaria, va a permitir más flexibilidad y precisión a la hora de determinar la capacidad para desarrollar las titulaciones, pero no se enfrenta a los verdaderos problemas de equidad. A mi manera de ver pasaría por un sistema muy distinto donde se potenciara la autonomía de las universidades.
— ¿A qué tipo de equidad se refiere?
— Me refiero fundamentalmente a que el sistema de acceso actual viene condicionado por una variable fundamental que son las calificaciones que se obtienen en Bachillerato y una prueba selectiva que se hace con posterioridad. Existe un paralelismo casi absoluto entre las calificaciones que se obtienen en el Bachillerato y la posición socioeconómica de las personas. Además, en donde se han realizado menciones detalladas como es Estados Unidos, las pruebas de selectividad o las pruebas de acceso lo que hacen es incrementar más todavía el impacto de los factores socioeconómicos. Eso, unido a un sistema de becas bastante básico, la universidad sigue siendo un espacio muy lejano para una parte muy importante de nuestros jóvenes.
Exclusión de jóvenes
Bajo su criterio, Alfonso considera que, en la actualidad, el acceso a la universidad excluye a un gran número de jóvenes por la situación socioeconómica en la que se encuentran. “Hay un coste de oportunidad en el acceso a la universidad que excluye a un número importante de jóvenes porque no tienen las condiciones económicas para poder dedicarse al 100% a sus estudios. Las universidades hoy por hoy en España no favorecen una compatibilización entre estudiar y trabajar y eso es un problema”, añade.
Además, tal y como señala, el sistema de acceso actual continúa sesgando a favor de determinadas posiciones, produciéndose una mayor selección en torno a las clases medias-altas cuanto más alta es la nota para el acceso.
Sobre el futuro de la universidad, el presidente de la Asociación Espacios de Educación Superior tiene clara su visión, mostrándose contundente cuando afirma que las universidades se configuran como unas instituciones necesarias para garantizar la democracia y la equidad en el acceso a la educación. “Creo que las universidades deberán transformarse para adaptarse a los nuevos retos sociales y que del futuro de las universidades depende el futuro del conjunto de la sociedad”, concluye.