Los hosteleros utilizan innumerables trucos para que los clientes consuman más en sus bares y restaurantes. Cualquier método puede resultar útil con tal de que sus ingresos se vean incrementados. El objetivo es ganar más y para ello hacen uso de diferentes artimañas e incluso estafas que pasan desapercibidas para los consumidores.
Un hostelero se ha convertido en viral en redes sociales al desvelar un truco para incrementar los beneficios económicos con la venta de refrescos. En un vídeo, el hombre explica una de las prácticas más populares usadas hace tiempo para ganar más dinero vendiendo refrescos, aunque habla específicamente de la Coca-Cola.
Desde la cocina de su propio establecimiento, el hostelero, llamado Don Tomás y dueño del restaurante Arroz y Cañas en la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra, comienza el vídeo cuestionando a los espectadores. "Vosotros os pensáis que bebéis Coca-Cola auténtica. Si os digo que hay Coca-Cola por veinte céntimos, ¿os lo creéis?", pregunta.
El truco viral para ganar más dinero
A continuación, Don Tomás, que sostiene una botella de Coca-Cola en la mano, explica cuál es el truco que estaría ya erradicado en bares y restaurantes, aunque ha sido común en el pasado. "En algunos establecimientos se vendía, no sé si hay algunos todavía que hoy día lo vendan, Coca-Colas a 20 céntimos que se la venden personas que no son de la casa", asegura.
A lo largo del vídeo, Don Tomás explica cómo algunos establecimientos conseguían engañar a los clientes vendiendo lo que aparentaba ser un refresco auténtico, pero a un coste mucho más barato.
Esta práctica consistía, en primer lugar, en comprar botellas de Coca-Cola de dos litros a un precio reducido en grandes superficies. "Vale un euro. Una Coca-Cola de estas (pequeñas) 0.80 céntimos", explica. Según su cálculo, de una botella grande se pueden obtener diez pequeñas, por lo que el coste se reduciría a diez céntimos por cada una.
El hostelero rellena las botellas pequeñas con un embudo y, para servirlas, usa un "portacoronas", una herramienta con la que coloca las chapas a las botellas. De esta forma, después de rellenar los envases vacíos, el hostelero las sella y vende como si se tratara de la Coca-Cola auténtica.
El hijo del hostelero aparece en el vídeo para aclarar que el interés de develar este truco es meramente divulgativo y no buscan promover esta práctica. "No se debe hacer en casa bajo ningún concepto", asegura el joven. "Bajo ningún concepto, eso ha quedado claro", añade el padre.
El hostelero insiste en que se trata de una práctica del pasado, que ya no se usa. Don Tomás explica el motivo: "Ahora ya no hay trampa ni cartón. Ahora está encima de todo esto la Guardia Civil, Hacienda... Esto se hacía en su momento, ahora no", dice, procurando tranquilizar a los espectadores. Sin embargo, el vídeo ha abierto un debate entre consumidores y profesionales sobre las garantías de la calidad del producto y las innumerables estafas en este sector.