Cuando pensamos en el sabor de un buen vino es imposible no acordarse de Marqués de Riscal. Esta bodega centenaria, que tiene su origen en la localidad de Elciego, en la Rioja Alavesa, lleva años siendo reconocida por su historia y tradición y por la calidad y la elegancia de sus vinos, desde tintos jóvenes hasta reservas y grandes reservas.
El éxito de sus vinos se debe sobre todo a la ubicación de sus viñedos, situados en la Denominación de Origen Calificada Rioja, siendo ésta la más antigua de España, y la Denominación de Origen Rueda. Precisamente, el viñedo de la marca ha sido elegido este año como el segundo mejor del mundo en el certamen World’s Best Vineyards 2023, un reconocimiento que la bodega recibe ya por tercer año consecutivo. Este premio es fruto de los esfuerzos que hacen los expertos de Marqués de Riscal para ofrecer una experiencia enoturística única para los visitantes que acudan a sus bodegas.
Además de ser un referente en sector del enoturismo, si por algo también destaca Marqués de Riscal es por el uso de técnicas tradicionales combinadas con la nueva tecnología para aprovechar al máximo las propiedades de sus suelos. De esta forma, garantiza el mejor sabor en sus productos.
Las técnicas que aseguran su éxito
Para quienes aún se preguntan cómo Marqués de Riscal ha conseguido mantener el sabor de sus vinos durante tantos años, la respuesta es muy sencilla: utilizando una técnica basada en reinjerto con madera de los viñedos más antiguos, ya que estos últimos daban muy buenos resultados. Esta idea surgió tras observar que el viñedo plantado en torno a la década de los 70 no era como el viejo, por ello, en 1995, Marqués de Riscal inició su política de reinjertos con los viñedos que tiene en la Denominación de Origen Rueda.
En muy poco tiempo, la bodega empezó a observar cómo lograba obtener vinos de calidad similar a los de sus viñas más viejas. Por ello, esta técnica se terminó aplicando en 1998 también en los viñedos de la Denominación de Origen Rioja, aunque no fue hasta 2017 cuando la empresa decidió apostar de forma definitiva por este sistema. A día de hoy, Marqués de Riscal ya ha reinjertado 180 hectáreas, prolongando así la vida de los viñedos e incrementando su valor.
Otro de los principales objetivos de Marqués de Riscal es garantizar la perennidad de la planta. Para conseguirlo, el grupo bodeguero apuesta por el uso de técnicas tradicionales que minimicen los daños y por la poda de las plantas, una forma de lograr que tengan una vida lo más longeva posible. La perennidad es lo que permite a los viñedos enraizar mejor y colonizar un mayor volumen de suelo, de esta forma, pueden absorber más agua y nutrientes hasta conseguir la madurez perfecta de la uva.
También para luchar contra el cambio climático
Desde que el cambio climático es uno de los principales desafíos de nuestra era, Marqués de Riscal ha adoptado diferentes medidas para cuidar del medio ambiente. Una de las prácticas por las que apuesta la bodega es por el cultivo ecológico, una forma de minimizar el impacto negativo en el ecosistema que, al recuperar la vida y la estructura del suelo, permite un mejor enraizamiento de la planta que coloniza un mayor volumen de suelo. De esta manera la planta tiene una mayor cantidad de agua y de nutrientes a su disposición, volviéndose más resistente a la sequía y demás eventos climáticos. En la actualidad, Marqués de Riscal cuenta ya con 350 hectáreas certificadas en ecológico en Rueda y 370 hectáreas en Rioja.
En este contexto también destaca la técnica de agricultura regenerativa, una de las apuestas de Marqués de Riscal para recuperar la vida del suelo. Para conseguirlo, la bodega intenta trabajar en armonía con la naturaleza con el fin de aumentar la biodiversidad del terreno y la cantidad de materia orgánica y de carbono, una de las soluciones más prácticas para evitar la erosión del suelo.
Esta técnica no solo es muy beneficiosa para la vida del suelo, sino también para la biodiversidad en la propias viñas, y es que las cubiertas vegetales, los árboles y los arbustos atraen a animales que pueden ser muy positivos para el viñedo, dado que su actividad en él favorece el control natural de las plagas que pueden dañar la vid, sin necesidad de productos externos.
A través de estas prácticas, Marqués de Riscal ha demostrado cómo es posible combinar algunas las técnicas y conocimientos tradicionales, adquiridos a lo largo de sus más de cien años de historia, con lo avances de la actualidad.