Los servicios de emergencia barajan la posibilidad de que los dos espeleólogos desaparecidos tras adentrarse este sábado en la cueva Garmaciega-Sima del Sombrero, en Soba (Cantabria), no estén el interior, por lo que se ha activado un plan de búsqueda con helicópteros y drones fuera de la cavidad.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) participa en el rescate junto al equipo que ha activado el Gobierno de Cantabria, que no les ha localizado en el interior de la ruta marcada.
Los desaparecidos son una pareja de unos 40 años, él de Salamanca -Alfonso Urrutia- y ella -Paloma Bombín Mosquera-, de Valladolid, y con mucha experiencia en este tipo de rutas que se apuntaron a realizar una actividad promovida por una empresa que proporciona el material de acceso para realizar la travesía de manera autónoma. Ambos ya habían realizado actividades de espeleología en otras cavidades similares a esta.
Dos equipos ya han accedido a la cavidad, uno por la entrada y otro por la salida de la cueva para intentar encontrar a la pareja, sin que hasta el momento se les haya podido localizar. Al menos 59 efectivos de emergencias participan en la búsqueda.
El Gobierno de Cantabria y equipos de rescate barajan la posibilidad de que no estén en la cavidad y que hayan salido por su propio pie y sufrieran algún accidente en el exterior de la cueva, por lo que se ha activado también labúsqueda con helicópteros y drones en los alrededores.
Paloma Bombín y Alfonso Urrutia
Según informa El Diario Montañés, la mujer desaparecida se llama Paloma Bombín Mosquera, tiene 38 años y es de Valladolid.
Es, además, profesora de Formación Profesional. En la actualidad daba clases de ciclo de Formación Profesional Básica de Carpintería y Mueble en un centro de adultos.
Estudió el grado de Ingeniero Técnico Forestal, en la especialidad de Explotaciones Forestales, Ingeniería Forestal, en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia.
Por su parte, Alfonso Urrutia Heredia, supera los 40 años, en el otro de los desaparecidos y es la pareja de Paloma.
UME y Guardia Civil
Para la operación de rescate se han preparado dos equipos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), uno en misión de búsqueda y otro en misión de comunicaciones, que han entrado de nuevo este lunes a la cueva para inspeccionar zonas que se salgan de la travesía clásica, por si, por error, se hubieran adentrado por un ramal no señalizado.
Además, efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil van a entrar en la Sima del Sombrero para llevar a cabo labores de localización en dos ramales más de la cavidad.
Según informa el Gobierno regional al activar el dispositivo de búsqueda, estos jóvenes se apuntaron a realizar una actividad promovida por la Oficina de Turismo de Ramales de la Victoria para proporcionar el material de acceso y realizar la travesía de manera autónoma.
100 km de cavidades
La cavidad Garmaciega-Sima del Sombrero forma parte de un complejo de cuevas denominado Garmaciega, que tiene unos 100 kilómetros, con diversos tramos y que es de los "más difíciles" de la zona cántabra donde se encuentra.
Los dos espeleólogos accedieron a una cueva que tiene unos 20 kilómetros, pero su retorno es de un gran nivel de espeleología y muy técnica.
Tal y como publica El Diario Montañés, en recorrido de la cueva Garmaciega-Sima del Sombrero se puede realizar en 12 o en 20 horas dependiendo de las partes que se recorran y el tiempo que se emplee en ver los diferentes puntos. Está equipada y señalizada y tiene una infraestructura básica de cuerdas y arneses para poder ejecutar el recorrido sin necesidad de llevar material adicional. Antes de esta pareja entró un grupo de catalanes que sí lograron salir.
"Ojalá vuelvan pronto"
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha mostrado su preocupación por la desaparición de estos dos espeleólogos castellanoleoneses.
En redes sociales ha agradecido la colaboración del Gobierno de Cantabria y a las personas que están participando en la búsqueda. "Ojalá estén muy pronto con nosotros", ha deseado Mañueco.