Apenas faltan unos días para que comience, al menos de forma oficial, el verano. Con la llegada del calor, los españoles dan las últimas pinceladas a sus vacaciones. En los últimos años, las islas se han erigido como uno de los destinos preferidos de España, tanto por el turismo nacional, como internacional. En el caso de Baleares, el número de extranjeros que llegaron en 2023 creció en más de un millón con respecto a 2022.
Las islas Baleares han conquistado al turismo internacional, que se ve atraído por sus impresionantes playas y su entorno natural, en medio del Mediterráneo. Cada isla tiene su propia personalidad, pero la que recibe más visitantes es, sin duda, Mallorca, con más de 12 millones de turistas al año. Y es que se trata de un destino ideal para aquellos que deseen disfrutar de un gran patrimonio arquitectónico y natural.
Las calas de aguas cristalinas son una seña de identidad de Mallorca. Existen cerca de 300 playas alrededor de la que es la isla más grande de las Baleares, pero hay una que destaca por su idílico paisaje. Se trata de Caló des Moro, considerada la mejor playa de la isla (y la más bonita) por National Geographic.
Caló des Moro está ubicada en el sureste de la isla de Mallorca. En concreto, se sitúa a seis kilómetros del bonito pueblo de Santanyí y unos 60 kilómetros de la capital, Palma de Mallorca. La playa es de las más concurridas de la zona, por lo que los turistas que deseen conocerla deben madrugar para disfrutar de su espectacularidad.
La sección especializada en viajes de National Geographic elaboró el pasado mes de marzo un listado con las 25 mejores playas, consideradas las más bonitas de España, algunas de ellas en preciosos pueblos de la geografía española. En este listado figura una muy especial, Caló des Moro, que también ha sido la playa elegida por The World's 50 Best Beaches para representar a España en su prestigioso ranking de mejores playas del mundo.
Una cala virgen de aguas turquesas
Caló des Moro es una pequeña cala virgen en medio de un impresionante entorno natural y salvaje de pinos marítimos, arbustos y tojos. La playa es de arena fina y clara y la superficie no es muy extensa, dependiendo de las mareas y los temporales. Además, la afluencia de bañistas hace más complicado, en ocasiones, encontrar sitio para la toalla.
La principal cualidad de esta playa, por la que destaca especialmente sobre otras, es la calidad de sus aguas cristalinas, de una tonalidad turquesa envidiable. Ello, sumado a la arena clara de su fondo marino, hace que sea perfecta para practicar actividades acuáticas como el buceo o el submarinismo.
Caló des Moro, de solo unos 30 metros de largo y apenas 20 de ancho, es también un lugar ideal para el fondeo de pequeñas embarcaciones, que aprovechan también para visitar otras playas de esa zona del litoral, como la Cala s'Almunia, la cala Llombards y la del Moro. Además, muy cerca se encuentra el Port de Cala Figuera de Santanyí.
Para acceder a esta preciosa cala de Mallorca por vía terrestre, hay que estacionar el vehículo de forma gratuita en un parking situado a un kilómetro del inicio de la carretera que conduce hacia s'Almunia. Después, deberá caminar unos 400 metros por un sendero que conduce a la playa, esto es, unos 15-20 minutos. Por ello, es recomendable acudir con calzado cómodo, de tipo deportivo.
Esta playa de Mallorca es perfecta también para acudir con niños porque su forma de bahía hace que no sea una cala con mucho oleaje y las aguas no son muy profundas. Además, cabe tener en cuenta que no dispone de sombrillas o tumbonas, ni hay chiringuito, por lo que deberá llevar todo lo necesario para su estancia allí.
Este pequeño paraíso de la isla balear se vuelve aún más idílico por la tarde, en las horas próximas al atardecer, donde los visitantes pueden ser testigo de una impresionante puesta de sol y, como no, fotografiar el momento para compartirlo en redes sociales, algo que se está volviendo cada vez más habitual.