Las personas mayores vuelven a ser el blanco de una banda de estafadores. Estos usan la vacunación contra la COVID-19 como excusa para robarles. Lo empiezan a hacer ahora, cuando llegan los meses de frío y de campañas de la gripe o este virus. Los timadores utilizan un método que suele repetirse. Según ha explicado la Jefatura Superior de Policía Nacional de La Rioja, donde más casos ha habido y que ha puesto en alerta a otras provincias, el engaño empieza con una llamada.
Primero, la estafa es cometida a través de correos electrónicos. En ellos suplantan la identidad del Ministerio de Sanidad y ofrecen una dosis extra de la vacuna del coronavirus. Se envía un mensaje desde una dirección web fraudulenta, muy parecida a la oficial, con un llamamiento para citar a los ciudadanos para una dosis de refuerzo de la vacuna. Con el asunto "¡Tenemos un anuncio urgente sobre la dosis extra de vacuna!", el mail se redirige a los ciudadanos a la descarga de un archivo malicioso.
En el cuerpo del correo fraudulento se indica además al destinatario que, gracias al haber sido seleccionado para la dosis extra del Covid-19, puede elegir entre diferentes marcas disponibles del inyectable. Algo que provoca más credibilidad al correo y el destinatario se siente afortunado. Al elegir (y pagar) deja de ser una página oficial para convertirse en estafa.
[Vuelve el timo del 'tocomocho', la estafa con la que despluman a ancianos]
Además, el timo se ha producido a través de llamadas telefónicas (conocidas habitualmente como técnicas del vishing). El modus operandi es el mismo: suplantan la identidad de la Seguridad Social ofreciendo también una dosis de refuerzo. Proporcionan los datos personales completos de las víctimas lo que hace que esta estafa sea mucho más creíble.
En la llamada les dicen que van a pasar por su casa para suministrarles una dosis extraordinaria de la vacuna contra el coronavirus. Los delincuentes se hacen pasar por funcionarios de la Seguridad Social. Llaman por su nombre y apellidos a los afectados, que terminan picando en la trampa. Después acuden al domicilio de la víctima. Allí les reclaman un pago en efectivo, que suele oscilar entre 150 y 300 euros, para poder suministrarles la vacuna.
Cuando lo recogen, se inventan una excusa para salir del domicilio. "Bajo a la farmacia y ahora subo", dicen en numerosas ocasiones, alegando que han olvidado algún útil o material para poder inocular la vacuna. Una vez que salen del domicilio, con el dinero en el bolsillo, no vuelven y la víctima se queda sin dosis de refuerzo ni dinero.
Variante digital
Otra variante por vía digital es que se envía el mismo reclamo de la vacuna, pero con un código de verificación para comprobar la reserva de la citada dosis. Con el envío de seis dígitos como contraseña, lo que hacen los estafadores es provocar la pérdida de control de la aplicación móvil del WhatsApp de las víctimas, quienes se dan cuenta pasado el tiempo de que han sido víctimas de esta estafa.
Se trata de la conocida estafa "de los seis dígitos". La técnica usada es el phishing o "pesca de contraseñas" en el argot: la descarga de un documento produce al mismo tiempo una descarga zip que contiene un fichero malicioso. En todos los ejemplos, si un usuario sospecha siendo víctima de una estafa, la Policía recomienda no abrir estos archivos adjuntos, evitar llamadas telefónicas extrañas y, en el caso de haber sido estafado, acudir a una Comisaría para desinfectar el terminal. De igual modo, destacan que es muy importante no reenviar estos mensajes sospechosos para no crear una infección en cadena.