Seguro que todos, o la mayoría de nosotros, hemos visto alguna vez un ladrillo. Se trata de uno de los materiales de construcción más antiguos y duraderos que existen. De hecho, han sido utilizados durante siglos en la construcción de edificios, casas y monumentos. Sin embargo, y a pesar de ser un elemento de lo más común, muy pocos conocen la razón de por qué tienen agujeros y son siempre de color rojo.
Los ladrillos suelen ser de este color debido a la arcilla que se utiliza en su fabricación. La arcilla, compuesta principalmente por óxido de hierro, adquiere este tono al ser sometida a altas temperaturas durante el proceso de cocción. Como es obvio, la tonalidad final dependerá de la cantidad de óxido que presente.
En cuanto a los agujeros, conocidos como perforaciones o huecos, tienen varias funciones importantes en la fabricación y uso de los ladrillos. En primer lugar, son para reducir su peso y mejorar la eficiencia en la construcción, ya que permiten menos material y facilitan su manipulación. Esto es especialmente beneficioso en edificaciones altas, donde el peso puede ser un factor determinante en la estabilidad y seguridad de la estructura.
Otra ventaja es su capacidad de absorber y liberar humedad de manera efectiva, lo que resulta beneficioso en zonas con climas húmedos o propensas a inundaciones. Estas perforaciones facilitan el drenaje y la evaporación del agua, contribuyendo a la preservación de la integridad de la estructura.
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Además, los agujeros también cumplen una función en la instalación. Al tener huecos, se pueden pasar los cables y tuberías a través de los ladrillos sin necesidad de hacer grandes perforaciones en la estructura. Esto agiliza y simplifica el proceso de instalación, tanto para el constructor como para el propietario.
Otros tipos de ladrillos
No obstante, es cierto que estos no son los únicos que existen. Los macizos, por ejemplo, no tienen agujeros y son más densos y pesados. Estos son utilizados en construcciones donde se requiere una mayor resistencia a la compresión, como en la base de una estructura o en muros de contención.
Asimismo, también están los ladrillos huecos, los cuales tienen aperturas en forma de canal a lo largo de su superficie. Estos suelen ser utilizados para la instalación de sistemas de ventilación y aislamiento térmico.