La falta de mano de obra ha dejado de ser un problema localizado, para extenderse por todos los sectores de la economía como un serio obstáculo para España. Sobre todo tras la pandemia, cuando las dificultades para encontrar profesionales se han incrementado de forma especial en muchos ámbitos. Los puestos que más sufren la imposibilidad de completar sus plantillas son los de la hostelería, agricultura y la construcción, donde más de la mitad de las empresas se ven afectadas por este problema.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el mercado laboral tiene actualmente unas 150.000 vacantes. Aunque, es cierto que desde la patronal Cepyme calculan que la cifra es mucho mayor ya que muchos puestos no se detectan por estar continuamente creándose y desapareciendo; especialmente las pequeñas y medianas, ya que al tener menores recursos pueden destinarlos en menor medida a la búsqueda activa de trabajadores. Es más, precisamente por eso, pese a que más del 70% de las pymes tiene falta de mano de obra, solo el 44% está buscando empleados en este momento, según revela el informe.
No obstante, esta situación puede empeorar aún más ya que advierten que desde que se elaboró la estadística oficial de vacantes en el año 2013, el problema de desajuste entre la oferta y la demanda de trabajo se ha agravado, hasta marcar su máximo histórico este año: "En el 2023, y por primera vez, existe aproximadamente una vacante laboral por cada cien asalariados", indican
La verdad es que no deja de ser un hecho un tanto irónico teniendo en cuenta que España tiene una de las tasas de paro más elevadas de toda la Unión Europea, situándose esta por encima en el 11,6 % según la última encuesta de población activa (EPA).
Las causas
Uno de los principales factores a tener en cuanta para comprender esta escasa mano de obra es el envejecimiento de la población, la falta de jóvenes (ahora hay 490.000 jóvenes menos que hace 20 años), la despoblación de grandes zonas del país y la poca formación. No obstante, también resulta complicado retener a los jóvenes en estos puestos, ya que en la mayoría de casos estos requieren de unas condiciones muy duras: estos implican acciones de fuerza, hacer varios turnos, pasar noches, viajar, etc.
Un fenómeno que se traduce en la práctica imposibilidad de relevo en varios sectores, en especial en todos aquellos trabajos que resultan menos atractivos para la nueva generación.
Parte de este problema para encontrar perfiles cualificados también se explica por los métodos llevados a cabo para la búsqueda de nuevos empleados, dado que más de la mitad (55%) acuden a los contactos personales y menos de un 30% utiliza los portales de internet y las redes sociales. De hecho, menos de un 10% hace uso del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) o sus equivalentes autonómicos.
Desde Cepyme también se subraya la importancia del desajuste entre la formación que tienen las personas en edad de trabajar y los conocimientos o habilidades que requieren las compañías. Por ello, muchas pymes han tomado la iniciativa de formar a candidatos en oficios como la conducción de camiones o el manejo de maquinaria especializada para la agricultura o la industria.