Se calcula que al día, a lo largo y ancho del planeta, se toman unos 1.500 millones de tazas de café. Este grano, que goza de gran popularidad en diferentes partes del mundo, es un salvavidas de gran parte de la población para despertarse y emprender una nueva jornada. El ritual del café no solo se enfoca a las mañanas, sino que se prolonga a lo largo del día: a media mañana, después de comer o por la tarde, en una ceremonia solitaria o compartida.
A esta costumbre se le suma el negocio. Miles de bares abren sus puertas acompasando los gustos de la gente. Cada vez se refinan más, ofrecen otra variedad o tiran de firmas 'gourmet'. También hay una hornada de profesionales que cuidan este producto. Saben detalles, formas nuevas de prepararlos o denominaciones especiales con diferentes aromas y calidades.
Uno de estos expertos es el responsable de la cuenta San Jorge Café del Bueno. Es un barista de Zaragoza y suma más de 50.000 seguidores en Instagram. Sus vídeos se han popularizado por las explicaciones sobre cómo hacer de esta infusión algo redondo o en qué fijarse para que no te dé problemas.
[Un estudio reciente revela con qué mezclar el café para estar más despierto por las mañanas]
"Es posible que hayas tomado en alguna ocasión un café asqueroso. Hay algunos trucos para averiguarlo antes de que lo pidas y puedas buscar otro lugar donde te lo van a preparar mucho mejor", comenta el especialista en uno de estos post. "El primero de ellos es mirar la tolva de café [el recipiente donde se guarda]. Podemos ver, si la tolva es transparente, si los granos tienen un tueste quemado y el café está negro o incluso brillante es que tienen torrefacto. Esto será un indicativo bastante claro de si puedes o no puedes tomar café", añade.
Más allá de mirar en donde se almacena para reconocer de qué tipo es, hay otro indicador, "el más importante de todos". Sería fijarse en algo tan sencillo como la forma en que sale el café de la cafetera: "Si ves que sale a chorro, a borbotones, muy rápido, esto quiere decir que no tienen el molino calibrado", señala. Por último, el instagramer indica que "si cada vez que van a coger el porta para limpiar el café no está perfectamente limpio, el cacillo, van a poner tu café sobre los posos del café anterior".
Otro aspecto fundamental es lo que suele acompañar al café: la leche. "Vamos a hablar de la leche, porque las lanzas [o el tubo que hace el vapor para calentarla] con la que lo preparamos son el caldo cultivo perfecto para algunas bacterias y, si somos capaces de detectarlo, evitaremos ir al baño. Por lo tanto, si la lanza tiene costra es que no está limpia", ilustra.
Y hay más detalles. Esta vez responde al sonido. Al autor de la grabación, determinados ruidos le harían correr. Se marcharía inmediatamente. "Si escuchas un ruido como este cuando están preparando la leche para otro cliente, te recomiendo que no tomes café en este sitio", sostiene, mientras se escucha con un quejido extridente. "Fíjate que el barista usa una bayeta para limpiar la lanza, y solo sirve para eso, no para limpiar la mesa ni la jarra también. El ruido de la lanza debe ser una musiquita que suena bien, debe ser agradable a los oídos, una entrada de aire suave", zanja.