Ya son más de siete millones los refugiados ucranianos que han huido de su país desde que comenzó la invasión rusa. Precisamente este 20 de junio se conmemoraba el Día Mundial del Refugiado, una fecha que sirve para tomar conciencia de la tragedia que supone que casi 7 millones de personas se vean obligadas a abandonar su país de forma forzosa.
Según cifras del ACNUR, a España han llegado más de 134.000 refugiados ucranianos desde febrero. Dos de cada tres son mujeres, y la mayoría de ellas llegan acompañadas de sus hijos e hijas. Ahora se enfrentan a una nueva vida en otro país, en el que desconocen el idioma y donde dependen de la ayuda que les brinden las administraciones.
Ante una crisis humanitaria como esta, las ONG, organizaciones públicas, empresas y sobre todo, las personas, arriman el hombro para ayudar a otras personas. Un ejemplo de las acciones que se están llevando a cabo en nuestro país en favor de los refugiados ha sido la transformación del centro de formación El Solaruco, en la Ciudad Financiera de Banco Santander, en un nuevo hogar para casi 200 refugiados ucranianos. Todos los gastos de la acogida, que han ascendido a un millón de euros, han sido asumidos por el banco.
La ciudad financiera más grande del país ha acogido durante varias semanas a refugiados entre los que se encontraban, además, 25 niños enfermos de cáncer, que han sido trasladados a España para que pudiesen reanudar los tratamientos oncológicos que fueron detenidos en su país de origen. Para su llegada, Banco Santander fletó un vuelo de Iberia en coordinación con la Embajada de España en Polonia, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones español y distintas ONG.
Durante la estancia de los refugiados en sus instalaciones de Boadilla del Monte, en Madrid, la entidad, en colaboración con otras ONG como CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Fundación Aladina o Cruz Roja, ha hecho todo lo posible para que todas las familias se sintieran como en casa. “Tuvimos que organizar y montar todo en dos días. Esto implica reclutar a mucha gente y formarla en tiempo récord”, afirma Paco Garrido, coordinador de CEAR Madrid. Para ello, por ejemplo, los más pequeños han estado acudiendo a la Escuela Infantil que el Santander tiene a disposición de todos sus empleados, mientras que los más mayores han podido seguir con sus clases en Ucrania a través de internet.
“Cuando miro atrás, recuerdo mucho dolor, incertidumbre y sufrimiento. Hemos tenido que abandonar nuestros queridos hogares, nuestra Ucrania. Todos nos están ayudando mucho, por lo que solo podríamos dar las gracias”, cuenta Anastasiia, una de las refugiadas que, junto a su sobrino pequeño, se alojan en El Solaruco.
Ahora, la mayoría de las familias refugiadas que llegaron a El Solaruco se quedarán en Madrid, con el objetivo de empezar de cero y construir una nueva vida aquí. Mientras tanto, las instalaciones de Banco Santander continuarán con las puertas abiertas para acoger a más personas que necesiten ayuda, siendo esta solo una de las numerosas acciones que ha puesto en marcha para apoyar al pueblo ucraniano.
Clases de español
Voluntarios y empleados de Banco Santander han participado de forma activa en la recepción de las familias refugiadas en la Ciudad Financiera, compartiendo su tiempo con ellos para ayudarles con su integración en el país. Los profesionales de la entidad también han participado con ellos en actividades como clases de español, donde los voluntarios han enseñado a los ucranianos el vocabulario y expresiones básicas para poder utilizar en el día a día aquí en España.
Es la barrera idiomática el principal obstáculo que los voluntarios del Santander (más de 300 han participado en diferentes actividades) han encontrado: “Es complicado dar clase a personas que no entendemos y que no nos entienden, y es impresionante la facilidad, en un mes y pico, que han cogido con el idioma, lo que se ayudan entre unos alumnos y otros cuando uno coge la idea… Es muy gratificante”, explica Inés Ruiz de la Cuesta, una de las voluntarias.
Para sortear esta barrera, 70 de ellos también han preparado más de 1.000 fichas para facilitar el aprendizaje del idioma a los niños refugiados de entre 3 y 10 años. Este material lo utilizará a partir de ahora Cruz Roja en las clases que esta institución imparte en sus 9 centros de la Comunidad de Madrid. Aunque no todo es “estudiar”, pues pensando en el disfrute de los más pequeños también se han ofrecido visitas al zoo de Madrid, espectáculos de circo o conciertos.
Orientación para el empleo
“Ha llegado el momento de dar el siguiente paso. Muchas de las familias están pensando en su futuro más inmediato. Algunas nos están pidiendo volver a Ucrania y otras nos están diciendo que se quieren quedar en España. Hay que buscar pisos, hay que buscar familias de acogida, y Banco Santander va a ayudarles en todo lo que podamos”, explica Belén Sánchez, directora de Servicios Generales de la Ciudad Financiera del Grupo Santander.
El empleo es uno de los aspectos más influyentes en el arraigo e integración social, especialmente para las personas inmigrantes en busca de una nueva oportunidad. Es por ello que la Fundación CEOE ha puesto en marcha la plataforma digital Empresas por Ucrania, a través de la cual se centralizan ofertas de formación y empleo para personas procedentes del país, como paso previo a su integración efectiva en España.
Banco Santander colabora con esta iniciativa a través de Universia, la red de universidades más grande de España, que pone a disposición del proyecto su experiencia en la orientación de personas para mejorar su empleabilidad. Desde la puesta en marcha de Empresas por Ucrania se han sumado ya casi 450 empresas de diferentes sectores, que han ofrecido casi 2.000 vacantes para refugiados ucranianos.
Proyectos sociales
La entidad financiera deriva parte de sus contribuciones a la sociedad a través de la Fundación Banco Santander, siendo uno de sus programas más destacados Santander Ayuda. Esta iniciativa parte del objetivo de contribuir con proyectos sociales orientados a mejorar la calidad de vida de los colectivos vulnerables.
En estos momentos, la situación de emergencia en Ucrania requiere de la cooperación internacional, así que el programa Santander Ayuda de Fundación Banco Santander dirigirá su apoyo al desarrollo de proyectos de atención a la infancia y adolescencia ucraniana refugiada en España.
En total, se han destinado 250.000 euros a 11 organizaciones que trabajan con menores y que no cuentan con los recursos o infraestructuras necesarias para atenderles. Este programa de Banco Santander ya ha destinado, en seis años, 2,8 millones de euros a más de 500 proyectos sociales, de los que se han beneficiado más de 270.000 personas en situación de vulnerabilidad.
Como medidas económicas, el Santander realizó una donación inicial de un millón de euros para Cruz Roja y ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. La entidad continuó igualando las donaciones adicionales de sus empleados en los distintos países. En un corto espacio de tiempo, las donaciones entre clientes y empleados de la entidad superó los 10 millones de euros.
Además, la entidad ha puesto en marcha otras medidas relativas a su actividad como la eliminación de comisiones a las transferencias realizadas a Ucrania o la suspensión de comisiones para clientes ucranianos.
Descubre todas las iniciativas de Banco Santander para ayudar al pueblo ucraniano.