“Los empleados de notaría se quedan en casa también”. Inmaculada Ortiz, una supuesta empleada de notaría –hasta el momento no se ha querido poner en contacto con este periódico, a pesar de que se le han hecho las peticiones oportunas– ha pedido a través de Change.org que se cierren las notarías. ¿El motivo? “Muchos nos encontramos expuestos todo el día (en mi caso, con el factor añadido de formar parte del grupo de riesgo), atendiendo al público sin guantes, ni mascarillas (…) y sin gel desinfectante”, denuncia.
Inmaculada denuncia que, camino del trabajo, tiene que usar el transporte público (“no se respeta la distancia en el metro y medio porque no cabemos”) y que en las notarías se juntan “hasta en 10 personas en una sala minúscula para la firma de una compra” mientras “las reuniones están prohibidas en todo el territorio...”, prosigue.
Ruega, en su escrito, firmado por más de 2.000 personas en Change.org, que los manden a sus casas y que los notarios “realicen los turnos de guardia para asuntos urgentes como testamentos”. Y, además, insiste: “Dejemos aparcadas las demás escrituras, que nos encontramos en estado de alarma. Seamos conscientes”, termina.
Hay que seguir
Juan Carlos Martínez Ortega, presidente de honor de Feapen (Asociación Estatal de Empleados de Notarías), en conversación con EL ESPAÑOL, no se pronuncia. Desde el organismo se limitan a cumplir ordenes y niegan que la persona que ha iniciado la petición forme parte de la propia Feapen. “Nosotros estamos a los que nos diga el Gobierno. Las últimas directrices que hemos recibido es que sólo hay que hacer lo urgente y que extrememos las medidas de protección”, asume.
Ellos, como asociación, lo único que piden es que se cumplan todas las medidas y que sólo se firmen los documentos que sean urgentes. “A nosotros, por ejemplo, nuestro notario nos dijo que si alguien no quería venir, que no viniera; que si alguien tenía una enfermedad de riesgo, que se quedase en casa...”. Pero, de momento, todos cumplen con su labor: abrir. El Gobierno les obliga y ellos lo hacen. “Nuestro jefe trabaja y nosotros, también”, reconoce.
Y, desde el Consejo General del Notariado también aluden a su obligación, tal y como han decidido la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, en coordinación con el Consejo General del Notariado. En dicha instrucción se expone que las notarías, como servicio público de interés general, tienen que asistir en todo el territorio nacional. Con una excepción: sólo en los supuestos de "enfermedad y los establecidos en la legislación notarial". En el resto de casos, el notario "no puede cerrar el despacho al tener carácter de oficina pública".
De ahí que, por el momento, si nadie dice lo contrario, todos sigan trabajando y cumpliendo con su deber.