Un hombre ha muerto la mañana de este jueves en La Algaba (Sevilla) por disparos efectuados por agentes de la de la Policía Local tras resistirse a ser detenido después de ser denunciado por un presunto caso de violencia machista. Según han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación, el hombre hirió de gravedad a dos agentes con una catana. La mujer no resultó herida aunque tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad.
La Policía Local acudió al domicilio del matrimonio tras la llamada al 061 de la hija adolescente del matrimonio, quien alertó de que su padre, Carlos, estaba agrediendo a su madre, Pepi, ambos de unos 40 años. Se desconoce cómo los agentes accedieron a la vivienda (un 2º piso), desde la que se escuchaban gritos de socorro. Los dos policías fueron recibidos por el presunto agresor, que comenzó un enfrentamiento con ellos y les atacó con una catana hiriendo a ambos, uno de ellos de gravedad.
El agente J. M. abrió fuego contra el hombre en un momento en el que su compañero se encontraba malherido en el suelo y el agresor se disponía a rematarle. La Policía Forense salía a las 10 de la mañana del domicilio para trasladar el cadáver mientras la escena era presenciada por la hija del matrimonio y familiares del hombre.
Los dos policías fueron trasladados al Hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde tuvieron que ser intervenidos. El más perjudicado presenta importantes heridas en la cabeza y un brazo. Ambos se encuentran estables dentro de la gravedad.
Un profesional muy bien valorado
El policía que abrió fuego, instructor de tiro, es un trabajador muy valorado tanto en el pueblo como en Sevilla, donde prestó servicio varios años. Sus compañeros del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España-Andalucía (S.P.P.M.E-A) le definen como "un gran profesional extremadamente bien mirado dentro del cuerpo".
Según ha podido saber este diario, la pareja regentaba un quiosco en la barriada García Lorca de la localidad sevillana. Según los vecinos, el matrimonio atravesó una crisis y él abandonó el hogar por una presunta infidelidad. Empezó a tener problemas con el alcohol según apuntan testigos, aunque nunca protagonizó ninguna pelea ni altercados similares.
El barrio está consternado tras conocer la noticia, pues nadie se esperaba lo sucedido. Carlos estaba considerado como un "tipo afable". Por la mañana trabajaba en la recogida de naranjas y por la tarde regentaba el quiosco que compró la madre de Pepi, muy conocida en el barrio. La propia Pepi también es conocida por todos ya que canta copla en los pueblos de alrededor.
Noticias relacionadas
- Toñi, "la curranta" asesinada por un hombre que ya había maltratado a cuatro mujeres
- Blanca Esther, la luchadora contra la violencia machista que fue estrangulada por su pareja
- Un hombre mata a su mujer con alzhéimer "por compasión" y después se ahorca en Madrid
- El policía víctima: "Perdí un ojo y recibo el 55% de pensión; mi agresor, el 100%"