Es jueves, toca fiesta universitaria y los pasillos de un supermercado próximo al campus de la Carlos III de Getafe lo saben. A última hora de la tarde -a escasos minutos de que el establecimiento eche el cierre- frente a los estantes de bebidas espirituosas se agolpan jóvenes cargando sus cestas para el botellón previo a la salida nocturna. En ellas, los tradicionales sellos de alcohol han dado paso por completo a las marcas blancas: “Valen menos de la mitad y, total, la resaca es la misma”.

Quizá no le suene el nombre de Knebep, Almirante, Sheriton o James Webb pero los jóvenes están más que familiarizados con estas marcas blancas de vodka, ron, ginebra y whisky, respectivamente. Son las marcas blancas de las bebidas alcohólicas que tienen una apariencia más que razonable a los productos originales y la misma cantidad, pero a un precio que, en la mayoría de casos, supone un 50% menos a los primitivos. Una brecha entre precios que podrá acentuarse después de la entrada en vigor el pasado 3 de diciembre de la subida de impuestos especiales que gravan el alcohol, aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Basta con asomarse al pasillo en el que se ordenan estas bebidas para comprobar las diferencias de precio que han hecho que estas marcas se hayan convertido en las protagonistas de los botellones universitarios. Mientras que una botella de Absolut Vodka cuesta 11.45 euros en este supermercado, por 4 euros o 4.60 se pueden encontrar hasta cinco variedades de vodka propios de Mercadona: morado, rojo, azul o hasta con sabor a caramelo.

Estante de Mercadona con las botellas de vozka de su marca blanca E.E.

“Es muy sencillo, ni hace falta usar la calculadora: una botella de marca me cuesta 12 euros y a ese mismo precio pillo tres de Knebep. Ya tengo para jueves, viernes y sábado”, dice Irene, una estudiante de 2º de Administración y Dirección de Empresas, mientras sus tres amigas que le acompañan asienten como si también le saliesen las cuentas que ha hecho su compañera de clase.

12 copas en una botella de 4.60€

Según explican a este diario este grupo de universitarias, con una botella de 70 cl. se pueden hacer “hasta 12 copas” -“no muy cargadas”, matizan- mezcladas con refrescos. “Haz tú la suma, verás como no hay duda”, retan.

Si le hacemos caso, y atendiendo los productos que llevan en la cesta. Con una botella de vodka Knebep (4.60 euros) y otra de refresco de limón de dos litros (0.60 euros) podría hacerse hasta 12 copas, a razón de 43 céntimos cada una de ellas. “El cubata más barato en un bar no te cuesta menos de 6 euros”, parece excusarse una de las chicas.

-Pero, ¿no notáis la diferencia entre beber una marca original y esta?

-No, para nada. Mezclado sabe igual.

-Yo tampoco. Y menos después de la cuarta copa.

Si se comparan las etiquetas de la marca original y las de las marcas blancas, se encuentra una pequeña diferencia entre la graduación de alcohol. Mientras que el vodka Absolut presenta una del 40%, la de Knebep, “producido a base de lazas de remolacha y cereal, fermentados y destilados hasta obtener la característica pureza”, ofrece un 37,5% de alcohol. Ésta última, como informa el envase, está embotellado por José Estévez S.A. en Jerez de la Frontera (Cádiz).

-Durante la noche parece que no apreciáis la diferencia, pero ¿y al día siguiente?

-¡Tampoco! La resaca es la misma. Da igual lo que bebas en el botellón, luego en la discoteca te dan garrafón. Ese es el matarratas que te destroza la mañana siguiente.

Una tesis que dice apoyar otro grupo de estudiantes que también se encuentra a la misma hora y en el mismo pasillo de este supermercado. En esta ocasión no hay unanimidad en la bebida elegida para el botellón que se avecina. Tampoco hay cesta, sino carrito. Vasos de plástico y cuatro botellas de bebida energética -imitación del RedBull- para mezclar con el alcohol.

RON TRES VECES MÁS BARATO

La marca blanca de ron que vende Mercadona lleva el nombre de Almirante. En este apartado más de cuatro tipos de esta bebida justo debajo del estante en el que se disponen las bebidas originales. Mientras que una botella de Ron Barceló, Brugal o Cacique cuesta 13.25, 13.15 y 10.95 euros, la unidad más barata de ese ron propio no alcanza los 8 euros. Llamativa también es la diferencia entre el Brugal añejo (16.04 euros) y su copia Hacendado, que cuesta 5.39 euros, es decir, tres veces más barato.

Diferencias de precios entre el ron 'original' y la marca blanca de Mercadona E.E.

Lo mismo ocurre con la ginebra. La botella de Sheriton más económica tiene un precio de 4.25 euros y la más cara -la ahora popular ginebra rosa- vale 7.50 euros. En la parte superior -estratégicamente colocada- los estudiantes que se encuentran comprando obvian a marcas como Seagram’s (15.25 euros) o Bombay Sapphire (19.95 euros).

Botellas de ginebra Sapphire, la marca blanca de Mercadona E.E.

En lo que sí coincide este grupo de cuatro universitarios -que no comparten clases, pero sí piso- es en que con una botella de alcohol más otra de bebida energética pueden servirse entre diez y doce vasos de tubo. Por esto, la copa en el botellón tampoco excede los 0.50 euros. “He probado otras marcas blancas y no tienen nada que ver. Otras no se pueden ni beber, pero ésta sí”.

“Al final, lo que importa: el bolsillo no lo siente tanto y el resultado es el mismo: una resaca del 15”, sentencia uno de los chavales.

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