¿Te gustan los refranes? ¿Usas muchos en tu día a día? Si la respuesta a ambas cuestiones es afirmativa, tienes que saber que muy probablemente estés usando mal uno de los refranes más celebres de nuestro idioma.
Concretamente, el dicho en cuestión es el siguiente: "Quien se fue a Sevilla perdió su silla". Todos nos hemos preguntado en algún momento de nuestras vidas de dónde proviene este curioso refrán tan manido y que tan bien explica una situación cotidiana.
Afortunadamente, estamos de enhorabuena. El usuario de TikTok "píldoras culturales", que en su cuenta de la red social comparte curiosidades y datos de interés para sus más de 70.000 seguidores, nos explica el verdadero origen de este refrán, y de paso el error histórico que hay detrás de él.
Todo se remonta al S. XV, cuando, según el tiktoker, el Arzobispado de Santiago de Compostela solicitó al sobrino del Arzobispo de Sevilla responsabilizarse de la diócesís de la ciudad gallega, pero este tenía otros planes. El resto es mejor que "píldoras culturales" nos lo explique.
Ya vemos, llevamos toda la vida diciendo el castizo dicho mal. El refrán, según las propias palabras del youtuber, no debería ser "Quien se fue a Sevilla perdió su silla", sino "Quien se fue de Sevilla perdió su silla".
Un matiz para muchos imperceptible, pues sól es una preposición la que cambiamos, pero que aporta el rigor necesario y el contexto histórico preciso de uno de los mejores representantes del refranero español.
Aunque quizá lo más curioso de todo ha sido ver cómo seguidores del canal procedentes de otros países han compartido las versiones de este dicho existentes en los diferentes países.
Así pues, podemos leer que en Ecuador dicen "El que se fue a Quito perdió su banquito", mientras que en México su versión de la frase es "Quien se fue a la villa, perdió su silla”. Parecido, al menos en cuanto fonética, es el dicho colombiano:"El que se fue a Barranquilla perdió su silla".
Pero no sólo hemos conocido gracias a este post las diferentes versiones hispanoamericanas de la frase, algunos usuarios también nos han dejado sus variantes nacionales, como la réplica "Quien se fue a Gijón la recuperó" o el castizo "Quien se fue a Chinchón perdió su sillón".