La controversia sobre los zoológicos no desaparece. Se señala a estos espacios donde se puede ver a los animales encerrados como un sitio de maltrato. Y se aboga por dejarles en libertad, en su hábitat. Muchos presumen de cumplir con códigos que favorecen la estancia de los animales. O que el cuidado de las especies es notable. Incluso se pone de manifiesto un debate sobre si son positivos para la conservación o negativos por la cautividad a la que se somete a los ejemplares.
En cualquier caso, se suele subrayar lo malo y solo en contadas ocasiones aparece una noticia buena. En la ciudad japonesa de Toyota, de la prefectura de Aichi, ha habido una de estas últimas. Aunque es algo que se lleva a cabo todos los años, esta vez se ha registrado con unas imágenes. En este recinto, se sustituye a sus erizos por cepillos. Esto se debe a que estos pequeños mamíferos hibernan los meses de más frío, por lo que no pueden estar expuestos a los visitantes.
Gracias a su parecido con un cepillo de púas gruesas, al llegar este periodo los trabajadores protegen a los animales y los reemplazan por sus "suplentes". Como si fueran un animal más, colocan los objetos bocabajo para simular que están vivos. Además, colocan un cartel en la jaula de los erizos para explicar el porqué de la decisión: "En su lugar, observe este cepillo que se parece a un erizo. Por favor, vuelva cuando haga más calor".
Ante la acción del zoológico, no hay año en el que los visitantes dejen de asombrarse por este trasunto del erizo. Y, de hecho, a pesar de que la entrada es gratuita, muchos han asegurado que pagarían solo por ver al cepillo.
Las bromas se repiten por redes, donde aluden a esta sustitución y hablan hasta de extenderlo. Quien colgó la imagen dice que le llegaron rumores de que el original -Hari Potako- estaba muerto, pero había fotos suyas en su honor.
Accidentes en este tipo de espacios
En Japón hay más curiosidades en este espacio. Un trabajador murió hace unos días tras ser atacado por un tigre blanco dentro de la jaula en la que se encontraba, según han informado este martes los medios del país asiático. El trabajador, Akira Furosho, de 40 años, fue hallado con heridas en el cuello por un compañero del zoológico de Irakawa, ubicado en Kagoshima, y trasladado inmediatamente al hospital, donde falleció.
Veterinarios del zoológico utilizaron una escopeta con tranquilizantes para sedar al tigre, de cinco años y unos 170 kilogramos de peso, tal y como ha recogido la agencia local de noticias Kiodo. El zoológico tenía previsto trasladar al animal de la jaula al recinto en el que duerme cuando fue hallado Furosho. Las ordenanzas impiden que el trabajador entre al lugar antes del traslado del tigre. La Policía está investigando los métodos de cuidado de los cuatro tigres blancos que tiene, mientras que las autoridades están analizando si se han violado las leyes sobre seguridad laboral.