Tener ilusiones cuando uno se hace mayor y que la salud le acompañe para poder cumplirlas es algo que no ocurre con mucha frecuencia. De ahí que la historia de Dorothy Hoffner esté dando la vuelta al mundo al convertirse en la mujer más longeva que ha saltado en paracaídas a sus 104 años y buscar con ello entrar en el Guinness de los Récords. "La edad es solo un número", ha dicho la mujer a la multitud que la esperaba, certificando además que todavía tiene otros sueños por cumplir que también implican riesgo.
Dorothy saltó el pasado domingo al suroeste de Chicago, en el estado de Illinois, con una gran expectación. No era la primera vez que se subía a un avión para arrojarse al vacío, porque su bautismo se produjo ya cuando tenía 100 años. Hasta ahora, el récord lo ostentaba la sueca Linnéa Ingegärd Larsson, de 103 años, pero la estadounidense se lo ha arrebatado llegando al aeródromo en andador y teniendo que ser ayudada para subir a la nave: "Vamos, vamos, ¡Jerónimo!", dijo cuando ya estuvo sentada en su asiento, recoge The Guardian.
La mujer saltó junto a un instructor certificado por la Asociación de Paracaidistas de Estados Unidos, Derek Baxter, y se lanzó al vacío a una altura de 4.100 metros, completando un giro perfecto hacia adelante antes de empezar la caída libre perfectamente colocada. Su salto duró unos 7 minutos, incluyendo un lento descenso hasta el suelo, en el que aterrizó de una forma magistral, como destacaron los monitores presentes en la zona:
Dorothy ha dejado claro que no le da miedo y no ha dudado en aconsejar a quien tenga sueños por cumplir que nunca es tarde para hacer cosas nuevas, confesando al aterrizar que "fue maravilloso estar allí arriba, encantador, no podría haber sido mejor". No obstante, las aventuras de la mujer centenaria no se quedan aquí porque, a pesar de que cumple 105 en diciembre, ya sueña con su próximo viaje en globo aeroestático. Mientras, la asociación Skydive Chicago, que organizó y supervisó su salto, trabaja para que se le reconozca el Guinness World Records.