La proximidad de las elecciones está haciendo que Twitter sea un lugar todavía más hostil que de costumbre. Este electoralismo por parte de los políticos se une a las trifulcas que se han venido registrando también entre el cuarto poder, con periodistas señalados y señalándose en los últimos días. En mitad de esta vorágine, la red social nos ha dejado un más que desagradable enfrentamiento entre el autoproclamado negro de Vox, Bertrand Ndongo, y el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique.
El origen del encontronazo, que ha terminado con Twitter censurando a Ndongo, hay que ir a buscarlo a la noticia que se hacía pública este pasado viernes, cuando se conoció que Vox había elaborado un único programa electoral para presentarse a las municipales. Un documento en el que solamente han cambiado el nombre, pero no las propuestas, sin preocuparse siquiera de las necesidades específicas de cada lugar, llegando a pedir incluso la llegada del metro y otras excentricidades.
Este despropósito ha servido para que muchos críticos con la formación de ultraderecha hayan tenido más motivos aun para hacer escarnio, sacando a relucir esa supuesta vagancia que estaría detrás de la realización de un programa único. Uno de esos comentarios ha venido precisamente de Pablo Echenique, quien compartía la noticia en su perfil y añadía a continuación que "además de fascistas, son unos incompetentes y unos vagos":
Es en este contexto cuando aparece Ndongo que, aunque se hizo popular por militar en Vox y asesorarles, el partido ha ido poco a poco apartándolo de la esfera pública y ahora únicamente protagoniza polémicas haciendo de reportero de un canal de YouTube con el que busca enfrentamientos con políticos y colectivos. Esta vez no le ha hecho falta tener un micrófono para faltar al respeto a Echenique, al que le ha dicho que no puede hablar de vagos "cuando no te puedes sacar ni la picha para mear", en alusión a la discapacidad del portavoz de formación morada:
Desde Twitter han retirado el tuit alegando que "incumplió las reglas" de la red social, pero la censura también llegó de los tuiteros, incluso de derechas, que afearon que hubiese traspasado todas las líneas rojas con su intento de chascarrillo. Ndongo, en cambio, lejos de arrepentirse, dejaba claro que Echenique no le suscitaba empatía alguna:
Por su parte, el diputado decía que él estaba "curado de espanto", pero pensaba en que "puede haber personas con discapacidad y sus familiares y amigos leyéndolo y sintiéndose muy mal". Además, ha calificado como "repugnante y peligroso que el 'medio' de este fascista pueda entrar en el Congreso y la presidenta no haga nada":
No es la primera vez que Twitter toma medidas contra Ndongo, puesto que ya le había cerrado su cuenta en febrero de 2020.