Cuando hablamos del uso de las redes sociales siempre atendemos a la diversidad que, sobre todo, viene dada por un componente generacional. Mientras la inmensa mayoría de los jóvenes se manejan como si fuesen todos community managers, las personas mayores tienen serios problemas no solo para conocer su funcionamiento, sino para darles un uso correcto y no caer en muchas de sus trampas. La historia que nos ocupa demuestra que es sencillo hacer creer a un segmento de la población que está hablando con un famoso.

Un engaño que sería fácilmente identificable para muchos con solo mirar el número de seguidores o la verificación de la cuenta, se vuelve totalmente verosímil para muchas personas que, como la madre de la tuitera, no tienen estas herramientas. Esta mujer le dijo a su hija que "le ha hablado el Bustamante por Instagram y que se están conociendo", ha relatado en Twitter, donde ha colgado las capturas de pantalla de la conversación. 

El falso David Bustamante, con solo 22 seguidores en su cuenta mientras que el artista cántabro pasa del millón y medio, la saluda diciéndole un "hola, fan radiante" y continúa preguntando cómo está y diciendo que espera que "estés pasando un gran día, en cuanto volví a disfrutar muy bien de las fiestas". La mujer, al otro lado, le dice que "muy bien, pásalo bien y a disfrutar", pero la conversación no queda ahí.

"Vale, guapo"

"Solo sea discreto porque, antes de nada, no soy un Dios. Luego, como puede ver, no aprovecho mi estado para darme permiso, ¿puede hacer tantas preguntas sin el consejo de mis periodistas?", sigue escribiendo el falso Bustamante, al tiempo que la madre de la tuitera lo despacha con un "vale, guapo". Finalmente, le escribe disculpándose por si no responde lo suficientemente rápido y pidiéndole su Telegram "para conocernos mejor y ver si eres uno de mis mejores fans".

Entre las reacciones, muchas de ellas apiadándose de la pobre madre crédula, pero también muchas otras advirtiendo de que engaños de este tipo pueden derivar en timos en los que se pidan datos personales o incluso dinero, de modo que no es tan gracioso como parece y conviene estar pendientes:

La tuitera ha preferido tomárselo con humor y explicar, eso sí, que le llevó su tiempo convencer a su madre de que no era David Bustamante de verdad:

Quizás tengamos que estar pendiente del timo de Bustamante a partir de ahora.

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